1o de mayo: política y reclamos salariales fueron protagonistas
La marcha en Francia por reforma de pensiones dejó 108 agentes heridos
La jornada del Primero de Mayo se caracterizó en diversos países por una mezcla de reivindicaciones puramente laborales, como la demanda de aumentos salariales y una mayor estabilidad en el empleo, con cuestiones de carácter más político al encontrarse varios de ellos en vísperas de elecciones.
La reforma de las pensiones y de la edad de jubilación, recientemente promulgada por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, marcó las manifestaciones que tuvieron lugar ayer en este país y que no estuvieron exentas de incidentes y enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad, sobre todo en ciudades como París, Lyon, Nantes, Toulouse o Besançon.
Un total de 108 agentes resultaron heridos en los altercados, uno de ellos con quemaduras graves. Hasta ayer, las autoridades informaron de 291 detenciones.
La reforma de Macron lleva la edad de jubilación de 62 a 64 años a partir del 2030.
“Es un gran 1° de mayo. No es el final de la lucha, es la protesta del mundo del trabajo contra esta reforma”, subrayó el líder del sindicato CFDT, Laurent Berger, al inicio de la multitudinaria manifestación en París.
Los sindicatos reportaron una asistencia de 2,3 millones de personas, mientras que el ministerio del Interior habló de 780.000 manifestantes.
Desde el inicio del conflicto social en enero, la segunda economía de la Unión Europea centra la atención mundial. Ayer, representantes sindicales de Corea, Turquía, Colombia y España, entre otros, estaban presentes en París.
“No se trata de preservar las jubilaciones en Francia, sino en todo el mundo. La gente debería poder jubilarse dignamente”, dijo David Huerta, de 56 años, representante del sindicato estadounidense del sector servicios Seiu-usww.
En este 1° de mayo se expresaron preocupaciones a nivel global por la pérdida del poder adquisitivo, ante el aumento de precios de la alimentación y de la energía a raíz de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022.
El Reino Unido, donde la inflación supera el 10%, vive por ejemplo una oleada de movimientos sociales para pedir un aumento de los salarios, tanto en los servicios públicos como en el sector privado.
Este reclamo también estaba presente en las manifestaciones celebradas en Europa, desde Portugal a Grecia, máxime cuando ya provocó manifestaciones o huelgas sectoriales en los últimos meses en varios países, entre ellos Canadá o Argentina.
En Italia, la primera ministra Giorgia Meloni celebró ayer un Consejo de Ministros en el que se aprobó un decreto en materia laboral. Meloni aprobó promulgó la ley que, entre otras cosas, reducirá la presión fiscal a los trabajadores con rentas de hasta 35.000 euros hasta finales de año.
“Me siento orgullosa de que el Gobierno haya decidido celebrar el Primero de Mayo con hechos y no con palabras y creo que debíamos un nuevo apoyo a una economía que, aunque en un momento de dificultad, nos está dando grandes satisfacciones”, dijo Meloni en un vídeo.
Los tres principales sindicatos de Italia celebraron la tradicional manifestación unitaria en Potenza, en el sur italiano, y avisaron que “las medidas del Gobierno no van en la dirección solicitada”.
En España, la necesidad de una subida salarial y la reducción de la jornada laboral centraron las exigencias de las cerca de 70 manifestaciones que se desarrollaron por todo el país, en una fecha marcada este año por la cercanía de las elecciones municipales y autónomas, el próximo día 28. Representantes sindicales y políticos participaron en las principales marchas para lanzar un ultimátum a las patronales empresariales que lleve a alcanzar cuanto antes un acuerdo salarial, en un contexto de crisis inflacionista y subida de precios.
En Alemania, en tanto, el canciller el socialdemócrata Olaf Scholz hizo un llamamiento a las empresas alemanas a ofrecer más puestos de formación ante la falta de mano de obra cualificada.
En Turquía, como en Francia, se registró un Primero de Mayo violento. Unas cuarenta personas fueron detenidas en Estambul cuando marchaban hacia la céntrica plaza de Taksim, lugar tradicional para congregaciones de sindicatos y movimientos de izquierda, hasta que el Gobierno vetó en 2013 el uso de esta plaza para este tipo de actos.
En Rusia, inmersa en plena guerra en Ucrania, los actos por el Primero de Mayo dejaron a un lado cualquier reivindicación de tipo económico y se centraron en la retórica política. En este sentido, el Partido Comunista de Rusia abogó por la “solidaridad antifascista” y por la alianza de este país con China, India e Irán.
Este año, Rusia ha reducido significativamente las celebraciones con ocasión del Día del Trabajador, debido al “alto” riesgo terrorista por su invasión a Ucrania.
Por último, en China, el mandatario Xi Jinping, envió un mensaje de felicitación a los trabajadores en el que les pide que “cultiven una ética del trabajo”, al tiempo que insta a los “gobiernos de todos los niveles” y al gobernante Partido Comunista “a proteger los derechos e intereses legítimos de los trabajadores, a resolver sus problemas”.
Sindicatos franceses reportaron 2,3 millones de personas en manifestaciones.