La guerra en Sudán, un “fracaso” de la ONU
El secretario general de la ONU, el portugués António Guterres, afirmó ayer miércoles que el mundo había “fracasado” en impedir la guerra entre generales rivales en Sudán.
A pesar de un “acuerdo de principio” para prolongar hasta el 11 de mayo una tregua que, de momento, no se ha llegado a respetar, ayer miércoles se produjeron “enfrentamientos y explosiones” en Jartum, capital de Sudán, por cuyo cielo pasaron aviones militares.
Desde el 15 de abril, un conflicto enfrenta al ejército, dirigido por el general Abdel Fatah al Burhan, y a los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) del general Mohamed Hamdan Daglo.
Al menos 550 personas han muerto y 5.000 han resultado heridas, según el último balance disponible, aunque las cifras reales probablemente sean mucho mayores.
Este miércoles, Guterres reconoció en Nairobi, Kenia, que la ONU “se vio sorprendida” por este conflicto. “Podemos decir que fracasamos en impedirlo”, admitió.
“Un país como Sudán, que ha sufrido tanto, que se encuentra en una situación económica y humanitaria tan desesperada, no puede permitirse una lucha por el poder entre dos personas”, declaró.
A unos 850 km al este de Jartum, el secretario general adjunto de la ONU encargado de Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths, llegó a Puerto Sudán, una ciudad costera donde no se producen combates.
Griffiths exigió que las partes implicadas en los combates se comprometan, al más alto nivel y públicamente, a garantizar la seguridad en la entrega de ayuda humanitaria. “Estos compromisos son una condición previa a una acción humanitaria a gran escala”, indicó. Griffiths.