El Pais (Uruguay)

Un divorcio agrio

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Cabildo Abierto es un fenómeno fascinante. Un partido nuevo, liderado por un militar con un linaje político de generacion­es. Un partido conservado­r, ideológico, sin complejos. Un partido que logra más de 300 mil votos en su debut electoral, yendo de frente contra todas las sensibilid­ades y prejuicios del establishm­ent mediático y académico. Todo lo ocurrido en este final de semana frenético sólo aumenta el morbo por entender qué hay atrás de este partido. Y qué depara su futuro.

El detonante es conocido. La entrega de una vivienda estatal a una militante en forma directa, la filtración del tema a los medios, la molestia en Torre Ejecutiva, el pedido de renuncia a la ministra, y un epílogo todavía más bizarro durante el cual la jerarca se atrinchera­ba en su ministerio, y el partido amenazaba romper la coalición de gobierno. Finalmente, la renuncia, y la decisión de tomarse el fin de semana para reflexiona­r.

Aquí correspond­e un comentario. Cuando Talvi dejó el gobierno, muchos decían que su gran error había sido aceptar un ministerio, siendo líder de un partido socio de la coalición. El tiempo ha mostrado que si eso fue un error, colocar a la esposa del líder de un partido socio en ese tipo de cargo, fusible presidenci­al por excelencia, tal vez sea peor.

¿Por qué se da este choque? Si pregunta en Cabildo, la respuesta es que hay gente en el gobierno que opera para desgastar al partido, y que se lo ningunea de manera permanente. Si pregunta en Torre Ejecutiva, los de Manini son unos paranoicos, que tienen ideas retrógrada­s sobre la economía y la sociedad, y pese a todo lo que se les ha dado, siempre piden más. Nada de eso es raro en los gobiernos de coalición, y si usted sigue la política de los principale­s países europeos, Alemania, Francia, Italia, son cosas de todos los días.

Pero hay dos elementos desafiante­s que este episodio aporta para el análisis de la política uruguaya en particular.

El primero, tiene que ver con una concepción del manejo del poder. Pese a que a esta altura parece claro que no hay leyes o normas que habiliten a un ministro a entregar viviendas “a dedo”, Irene Moreira renunció reivindica­ndo su acción y diciendo que volvería a hacer lo mismo. Esto es consistent­e con una mirada que parece muy arraigada en Cabildo, una forma algo caudillist­a de ejercer el liderazgo político, por la cual es válido el uso del recurso estatal, para beneficiar a gente (no necesariam­ente militantes), sin pasar

El episodio con la ministra de Vivienda esta semana, pone los reflectore­s sobre la estrategia e identidad de Cabildo Abierto.

por el filtro fastidioso de la burocracia profesiona­l. Es algo que se llega a justificar en esa relación directa entre el líder y el pueblo, en que el fin justifica los medios.

Esto espanta a mucho analista bienpensan­te, pero si rascamos un poco, todos los partidos tienen nichos con esta sensibilid­ad clientelar... casi peronista (¡perdón, viejo!). Lo hay en el Partido Nacional, sobre todo en algunas intendenci­as del interior. Y también lo hay en el Frente Amplio, donde el MPP ha sido abanderado de todo esto.

No deja de ser gracioso ver al mundo Twitter y a la “izquierda palta”, indignarse ante este episodio cuando su bancada en pleno aplaudió de pie al señor Placeres, procesado por tener trabajador­es en negro en Envidrio, y quedarse con sus aportes al BPS. Y no se crea que el manejo que hace Cosse de la caja municipal capitalina es muy diferente. Más pulido, sí, pero similar. Aunque el reflejo del espejo incomode, este tipo de liderazgo funciona, porque hay un sector de la población que lo comparte y apoya.

Pero el gran tema ahora es el futuro de CA, y cómo este choque afectará a las elecciones del 2024.

El difícil anticipar si CA dejará el gobierno. Un editorial de La Mañana esta semana daba cuenta de que la idea al menos ronda en la cabeza de algunos dirigentes. “Despunta en el horizonte una tercera visión de país, a la cual Cabildo Abierto le va dando forma”, decía la nota.

Pero, para irse, lo razonable hubiera sido hacerlo en la primera “conferenci­a”. Ahora se ve raro.

Casi más complejo es adivinar si hay vida para CA fuera de la actual coalición. ¿Tiene chance en serio de convertirs­e en un tercer polo electoral? Parece difícil. Pero si logra mantener algo de los votos que logró en la última elección, podría aspirar a llegar a una segunda vuelta como el gran elector, imponiendo a quien quiera contar con su apoyo, condicione­s más beneficios­as que las que logró la última vez. Aunque la escasa capacidad que tuvo Cabildo para fidelizar votantes de la primera a la segunda vuelta en 2019, hace que una apuesta en ese sentido sea de alto riesgo. Por otro lado, ¿alguien se imagina a Fernando Pereira acordando con Manini Ríos? Cosas más raras se han visto, pero...

Por otro lado, también es difícil ver cómo se recompone la relación de Manini Ríos con los otros partidos de la coalición de gobierno. Aunque este probable divorcio amargo, tal vez sirva a ambos para mejorar el vínculo con sus bases. Y, sobre las elecciones... el año que viene se verá.

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MARTÍN AGUIRRE

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