Padres y madres uruguayos...
Alberto Rodríguez Genta | Montevideo
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El 5/5/2023, el medio informativo digital Montevideo Portal nos relata un vergonzoso hecho entre estudiantes de un reconocido liceo de Montevideo (el Bauzá) durante el cual uno de los estudiantes expresó improperios irreproducibles. Por el episodio hubo tres alumnos heridos en peleas a golpes de puño y otras agresiones. Los lesionados son tres adolescentes de entre 15 y 16 años.
En varios fragmentos del video los participantes de la pelea invitaban a los alumnos a salir del centro educativo para pelear: “Adentro del liceo no”, dice -por lo menos, respetuosamenteuna de las alumnas, mientras que uno de los agresores dice: “Dale, salí para afuera”.
Sin embargo -sigue la notade un momento a otro, quienes estaban afuera esperando para pelearse traspasaron el portón y se generó una primera gresca. Luego, ¡una joven adolescente! ingresó también al centro y atacó a otra agarrándola de los pelos. ¡Mi Dios!
¿Se dan cuenta, madres y padres uruguayos lo que está sucediendo con nuestra juventud? Sí; ¿con sus hijos y los amigos y compañeros de sus hijos, y con mis nietos y sus amigos, y con los hijos y los nietos y los amigos de nuestra juventud uruguaya?
Una vergonzosa muestra más de lo que está aconteciendo con nuestros jóvenes, su bronca, su intolerancia, su odio y su resentimiento hacia el resto de la sociedad.
¿Esto es lo que les estamos enseñando? ¿En base a qué?
Pues el día anterior, 4/5/2023, El País nos informaba que “jóvenes entraron en patota al Liceo N°3 (Dámaso), provocaron destrozos y rapiñaron a un adolescente”. El director del liceo denunció los hechos y efectivos policiales detuvieron en el lugar a ocho personas, cuatro menores de 16 años, tres menores de 17 y un mayor de 18. El medio también puntualizó que luego de irse del liceo, los agresores agarraron cascotes y los tiraron contra las ventanas destrozando la mayor cantidad de vidrios que conforman la estructura del liceo.
¿Es posible que jóvenes de tan cortas edades tengan tanto odio y resentimiento contra sus instituciones educativas, y contra el resto de la sociedad? ¿Por qué? ¿Qué les inculcan en sus hogares, en su familia y entre sus amigos? Les confieso que tengo, como persona respetuosa de la comunicación, enormes interrogantes sobre el papel en la sociedad de los medios de prensa y su tratamiento de los temas que son tan sensibles para nuestra coexistencia. Porque, supuestamente, la prensa debería ser parte de nuestra coexistencia.
Pero lamentablemente estos hechos son reales y, más allá de la pertinencia o no, de chismear todos los días los sucesos que les dan protagonismo, titulares y rating a la prensa, el bochorno social -en medio de otras expresiones que nos enaltecen como sociedad- es bien nuestro. ¡Creo que es hora de involucrarnos mucho más con nuestras mejores herramientas en la educación de nuestros hijos!