Los cambios que pueden venir en Argentina y pegarán
Elecciones de octubre pueden cambiar la frontera, Mercosur y otros temas
La coyuntura de la economía argentina se ha vuelto tan compleja y con un gobierno cada vez más dividido, que analistas dan por sentado que, de aquí a fin de año, las autoridades solo apelarán a la búsqueda de auxilios -al FMI, China, Estados Unidos, Brasil-, pero no a reformas estructurales. Sin embargo, muchos sí esperan reformas significativas con un probable cambio de gobierno a partir de las próximas elecciones de octubre.
“Las expectativas son buenas para 2025, no habrá sequía, habrá un nuevo gobierno seguramente de algún candidato de la oposición que emprenderá reformas, y hay inversiones extranjeras, sobre todo europeas en materia de energía, que están esperando un nuevo gobierno para llegar al país. Si Argentina pone en orden su economía, beneficia a toda la región, porque atraería más inversiones”, opinó Marcelo Elizondo, especialista en negocios y economía internacional, quien fue ponente de “Crisis económica en Argentina y su impacto en Uruguay”, un evento virtual organizado ayer por la Cámara de Comercio y Servicios (CCSU).
Julio César Lestido, presidente de la CCSU, que dio apertura del evento, puso de manifiesto cómo la crisis argentina impacta en Uruguay, en especial en la frontera (ver aparte), la informalidad, el turismo y los negocios.
Elizondo proyectó que la primera etapa de las reformas que emprenda el nuevo gobierno en Argentina será muy compleja por los “cimbronazos” que generarán los cambios en fuerzas políticas y en buena parte de la población (un tercio de la población son empleados públicos o viven de subsidios fiscales), pero considera que habrá una nueva orientación más marcada hacia una economía de mercado y que será impulsada rápidamente (no como las reformas graduales que caracterizaron la política de Mauricio Macri, muchas de la cuales terminaron no concretándose, dijo).
En su opinión, cualquier nuevo gobierno en Argentina (si gana la oposición), intentará poner el presupuesto en orden, empezará a desregular la economía y generará un tipo de cambio más parecido al del mercado. “Los primeros meses de 2024 van a ser duros, porque destapar ollas cuando se viene reprimiendo la presión con instrumentos políticos, como hoy hace este gobierno, generará incomodidad”, reafirmó.
Sobre la diferencia cambiaria entre ambos países, proyectó que esta se mantendrá. “Es probable que Argentina tenga un dólar caro el próximo año. Eso seguirá siendo favorable para el uruguayo que venga a la Argentina, y va a ser muy duro para nosotros, que vamos a Uruguay regularmente”, agregó simplificando un tema de múltiples aristas.
Sobre una eventual reforma monetaria en su país, consideró que hay un “enorme problema de reputación y credibilidad” como para avanzar en ese frente. Asimismo opinó que la propuesta de Javier Milei de dolarizar la economía es difícil de implementar (aunque ya la economía argentina está dolarizada en los hechos), pero proyectó que se podría dar una “convalidación del bimonetarismo” (dólar y peso), con predominio del primero. “Multimonetarismo sí se podría dar en el futuro, no una dolarización radicalizada”, consideró.
MERCOSUR, CHINA. El analista reconoció que el Mercosur está en crisis y que requiere reformulación. “Cualquiera sea que gane de los tres candidatos de la oposición (se refería a Horacio
Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, o Milei), la Argentina será más internacionalista, no tan cerrada como ahora”, afirmó. En esa línea, consideró que su país aceptaría más una reformulación del Mercosur. “El propio presidente Lula está proponiendo avanzar con el acuerdo
Mercosur-unión Europea. Probablemente ese acuerdo sea la manera más rápida de lograr más internacionalidad. Y a partir de ahí que el Mercosur acceda a otros acuerdos internacionales más rápidamente”, afirmó.
En relación al reclamo de Uruguay de avanzar en un acuerdo bilateral (TLC) con China, Elizondo consideró que eso no depende tanto de Argentina, sino de Brasil. “Y Lula está diciendo: ‘No vayan solos, vayamos juntos.’ Lo más probable es que el avance con China vaya por esa línea”, lanzó. Es decir, Lula intentará internacionalizar el Mercosur como bloque, y Argentina acompañará a Brasil en esa posición.
Los sectores que más pueden levantar la economía argentina “rápidamente” (dentro de lo que permite un contexto interno complejo) en este momento, son: la energía, el agroindustrial tecnificado, la minería, la biotecnología, la alimentación, la economía del conocimiento. El analista se mostró así optimista y señaló que, para que Argentina salga adelante, debe desarrollar una visión y política muy pragmática. “No la veo asumiendo un liderazgo regional, como Brasil, pero la Argentina va a acompañar, jugando con sutileza todos, y admitiendo que el Mercosur tuvo su éxito en un principio, pero que desde hace 10 años está en crisis y que no se puede mantener este modelo cerrado”, reafirmó.
De hecho, de los 20 acuerdos de integración más importantes del mundo, el Mercosur es el que tiene menos relación exportación-producto Interno Bruto. “Por pragmatismo, si no por ideología, la internacionalidad del Mercosur va a terminar ocurriendo”, concluyó.
“Se podría dar la convalidación del bimonetarismo dólar-peso”.
“Si la Argentina pone en orden su economía, beneficia a toda la región”.