“Es difícil evitar una devaluación”
■ “En el corto plazo, la aceleración de la devaluación y el aumento de las tarifas son inflacionarios. El gobierno postergó tanto esos ajustes que finalmente debe tomar esa medicina amarga en pleno año electoral. Habrá más inflación en los próximos meses y ya tenemos un serio riesgo de llegar a los dos dígitos de inflación en un mes”, dijo a El País el economista Jorge Neyro. El combo conformado por un mayor ritmo devaluatorio y ajuste de tarifas, que se suma a una larga inercia inflacionaria en Argentina, viene impulsando al alza las previsiones. El último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) —un promedio de las estimaciones de las consultoras recopiladas por el Banco Central— difundido a comienzos de mayo prevé una inflación del 126,4% para este año, un salto frente al 110% proyectado un mes antes. Esos cálculos podrían incluso quedarse cortos si se produjera un nuevo cimbronazo cambiario. “La estimación de la inflación del 126,4% para este año solo se cumpliría en un escenario en el que el gobierno finalmente evita una devaluación brusca del peso. Si la hubiera, la inflación sería aún más alta. Y es difícil que el gobierno pueda evitar una devaluación porque no está logrando acumular reservas”, dijo la economista María Castiglioni. Sin anclas cambiarias ni fiscales y con un gobierno que transita sus últimos meses sumido en una notoria debilidad política, Argentina se resigna a convivir en los próximos meses con una inflación en alza, aunque todavía continúa lejos de caer en una nueva hiperinflación. “No hay riesgo cero de hiperinflación, pero no vemos ese escenario como el más probable. La hiperinflación implica el derrumbe total de la demanda de dinero y el cepo de alguna manera contiene porque fuerza a los argentinos a quedarse en pesos más de lo que querrían. De todos modos, sí habrá en los próximos meses más inflación junto con recesión y caída de los salarios”, dijo Castiglioni.