El matrimonio de un polémico político que escandaliza a Brasil
Se llevan casi 50 años; indignó que él haya contratado a la suegra
■■ Fue una boda discreta, con familiares próximos y poco más. Pero, en cuanto trascendieron la fotografía de la feliz pareja y los detalles del matrimonio, el enlace del alcalde de Araucária (Brasil) con su quinta esposa fue noticia en toda la ciudad y, en un suspiro, todo Brasil se había enterado.
Creó controversia por motivos variados. Porque el enlace se celebró cuatro días después de que la novia cumpliera los 16 años, la edad mínima para casarse legalmente con permiso familiar o del juez; porque él tiene 65 años y porque, la víspera de sellar su amor ante notario, el regidor le dio un cargo en el Ayuntamiento a su futura suegra.
La nombró concejala de Cultura. El escándalo estaba servido, pero sorprendentemente —o no— indignó más por el flanco del nepotismo que por la abismal diferencia de edad entre la pareja, casi medio siglo.
La foto de la sonriente pareja mientras ella, Kauane Rode Camargo, le coloca la alianza a él, Hissam Hussein Dehaini, el día de la boda voló en internet. El partido del alcalde, Ciudadanía, renegó rápidamente de él. Y, ante la furia popular contra la designación de su suegra, poco tardó en destituirla.
Según la ONU, el 26% de las brasileñas vive en pareja antes de cumplir 18.
“Como en cualquier lugar, hay gente a favor y en contra”, explica E. T., un vecino que pide no ser identificado. “Pero sí noto que, como es un excelente gestor, sus partidarios no miran el lado negativo: que (el matrimonio) es legal pero inmoral. Muchos les felicitan, les desean buena suerte”, agrega.
En lo personal, Dehaini estuvo casado otras cuatro veces y tiene 16 hijos. Algunos, sin duda, mayores que su actual esposa, que hace poco quedó finalista en Miss Araucária Teen 2022.
Quizá la diferencia de edad no chocó tanto porque Brasil está bien acostumbrado a las bodas de señores mayores con mujeres mucho más jóvenes.
Basta repasar los últimos presidentes y primeras damas: Lula da Silva tiene 21 años más que su esposa, Janja; Jair Bolsonaro le lleva 27 años a Michelle, pero el récord en este club es para Michel Temer, que le saca 43 años a su mujer, Marcela, a la que conoció cuando él era ya un veterano político y ella una joven de 19 años recién coronada miss.
Pero la controversia en torno al alcalde de Araucária y su esposa adolescente, más allá de desatar sorpresa e indignación, ha tenido un efecto colateral positivo. Ha contribuido a poner el foco en el matrimonio infantil, que aún es una extendida práctica en Brasil. La novia requirió el permiso de sus padres (o de un juez) para casarse, como exige la ley.
Pero esas uniones formalizadas ante las autoridades son solo la punta del iceberg, alerta Ana Nery Lima, especialista en género de la ONG Plan Internacional: “En Brasil las uniones informales están muy normalizadas. ‘Me junté’ o ‘nos fuimos a vivir juntos’ es de lo más habitual”, explica en una entrevista. La ONU estima que el 26% de las brasileñas vive en pareja antes de cumplir los 18; incluido un 6% que no tenía siquiera los 15.
Su boda es singular por esos 50 años que se llevan, por la repercusión, pero también porque esta pareja difiere radicalmente del perfil clásico, que no único, del matrimonio infantil en Brasil. Ella es rubia, ambos son blancos, del sur del país y de clase acomodada, lo cual contrasta, recalca Lima, con la estadística que apunta a que es un fenómeno que se ceba sobre todo con niñas negras de familias pobres que viven en el norte y el noreste de Brasil.
Tras la descomunal controversia, la Fiscalía abrió una investigación sobre el matrimonio del alcalde de Araucária y las sospechas de nepotismo. Como la esposa es menor de edad, el caso es secreto.