El Pais (Uruguay)

La historia y la verdad de una voz española que debuta en Uruguay

- BELÉN FOURMENT

Sentado frente a la cámara, mientras intenta colgar del brazo de un micrófono de su estudio ese patito de goma con casco de moto que acaba de traerle su hija en un espontáneo gesto de cariño, desde algún lugar de España, Antonio Orozco dice que está sobrecogid­o, honrado, feliz. Que a veces las cosas tardan mucho y uno no sabe por qué no llega, porque eso que se desea con tantas ganas no se cumple, pero que al final pasa. Y esa es su historia con Uruguay: quiso este encuentro durante tanto tiempo y llegará ahora, ahora que acumula 23 años de música y que aún puede conservar ese sabor distinto de la primera vez.

Orozco, que tiene 50 años y un millón y medio de discos vendidos, nueve años como parte del staff español del reality show La Voz y varios éxitos en su haber, llegará este mes por primera vez a Uruguay. Se presentará en vivo el sábado 27 de mayo en La Trastienda, en un concierto que tiene entradas en Abitab y del que se espera tanto baile como calidez.

“Cuando uno da en la vida todo lo que tiene, no se puede pedir más”, dice en la previa en charla con El País. “Y para mí Uruguay era un objetivo, una parte importantí­sima. Pasa que hace muchos años que aprendí a convivir con el no, y cuando no es, no es. Pero yo tuve una experienci­a hace unos meses, en Buenos Aires, que fue sobrecoged­ora, que lo que pasó allí no lo puedo explicar, nunca lo podré explicar. Y mi pregunta era: ¿pero cuándo ha pasado esto?, ¿cuándo las miles de personas que están aquí empezaron a cantar estas canciones, desde cuándo? La sensación que tengo es de que vamos a vivir en Montevideo algo parecido”.

¿Se encuentran las respuestas para eso indescifra­ble y críptico que pasó en Buenos Aires, tan misterioso como el amor, y que espera repetir en Montevideo? “Hemos diseñado un espectácul­o a conciencia para este viaje, sabemos bien qué canciones han repercutid­o, he investigad­o hasta la saciedad cómo ha podido pasar todo y lo llego a entender porque son 23 años de cultivo”, dice Orozco al respecto. “Pero el por qué se dan las cosas es difícil de poder explicar. El caso es que estamos aquí, y nunca es tarde si la dicha es buena. Y te lo digo desde la más absoluta humildad”.

Más adelante, el cantante de “Mi héroe” y “Estoy hecho de pedacitos de ti” admite que, en los últimos años, su carrera se ha vuelto “un disparate” y que las cosas, de tan grandes, son grotescas.

Entonces, por ejemplo, cuenta de su nuevo proyecto, una ambiciosa reversión de buena parte de su cancionero en la galante compañía de otras estrellas de la canción pop, y de cómo llamó a artista por artista para pedirles que le “echaran una mano”. Apura una lista que incluye a Luis Fonsi, Juanes, Sebastián Yatra, Pablo López, Pablo Alborán, Raphael, Rozalén, Laura Pausini, Luciano Pereyra, Alejandro Fernández y Alejandro Sanz, y de la que ya se desprendie­ron estrenos.

Ahí están “Entre sobras y sobras me faltas”, con Yatra; “Llegará” con Juanes, “No hay más” con el argentino Pereyra, “Mi héroe” con Fonsi, “Estoy hecho de pedacitos de ti” con Alejandro Fernández, y a ellas se agregan “Podría ser” con Bebe, “Dicen” con Karol G y “Hoy todo va al

revés” con Toteking, estas últimas enmarcadas en los flamantes EPS Tocar el corazón y Tocar el cuerpo.

Todo eso hace a su gira actual y será parte de su inédita visita a Uruguay, a la que llega “con el pie derecho”: “Estoy entrando bien, y esto es un largo camino que apenas empieza ahora”.

LA LECCIÓN. Orozco, barcelonés, tenía 15 años cuando decidió dedicarse a la música y cerca de 30 cuando pudo lanzar Horus, su primer disco. Empezó allí una carrera de ascenso constante y lento, que hizo un quiebre en 2013, con el álbum Dos orillas ysu impacto masivo, diferente.

Desde entonces, Orozco y su voz tan española, apenas rota, lo suficiente como para que el aire pase y raspe y conmueva, se convirtió en uno de los principale­s cantantes de su tierra. Su llegada a La Voz, el concurso de talentos que lo tiene como uno de sus principale­s valores y al que dice deberle mucho, lo terminó de afirmar entre un público que además de sus canciones pudo hacerse de su cara, de su historia y, a veces, de su dolor.

En 2017 falleció Susana, la madre de su primer hijo, con la que tenía una estrecha relación a pesar de estar separados; seis años antes había perdido, también por un cáncer, a su novia anterior.

En 2018, durante una entrega de La Voz Kids, mientras una jovencita interpreta­ba “Te dejé marchar” de Luz Casal, Orozco lloró como se llora cuando no hay otra cosa que se pueda hacer: con todo el cuerpo y con resignació­n.

Ahora, tras haber sorteado una operación de pólipos vocales que lo dejó dos meses sin cantar a comienzos de 2023, y cuando todo es sobrecogim­iento y felicidad, Orozco dice a El País: “Creo mucho en el momento, en el ahora, porque la vida ha sido bastante perra conmigo. Me ha dado fuerte, fuertísimo, y he perdido gente en el camino y eso me ha hecho muchísimo daño, entonces ya no pienso a largo plazo”.

Desde que lanzó su debut y hasta ahora, en la música, Antonio Orozco se ha pasado estos 23 años soñando solo con el próximo disco. A los “chavales” de La

Voz les dice eso: que elijan bien, que sean honestos con ellos mismos y que piensen siempre en el disco por venir. Que si se enfocan en el próximo show, en el próximo país que conocerán, en la siguiente gira, entonces estarán perdidos. Que hoy una canción dura un minuto y medio en internet, y un artista tiene que hacer todo para que su historia no sea, también, la de la gloria tan breve, tan efímera.

“Hace bastante tiempo que descubrí que la única forma de conectar con cualquiera que quiera escuchar lo que quiero contar era a través de la verdad”, dice Orozco. “La verdad es prioritari­a y es fundamenta­l. Y después está la música”.

“Creo mucho en el momento, en el ahora, porque la vida ha sido bastante perra conmigo”, dice.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay