EL DEBATE POR LA LEY DE INTERNACIÓN DE ADICTOS
■ Sin los votos del Frente Amplio, el Senado aprobó días atrás el proyecto de ley que propone la internación de adictos por “voluntad anticipada”. El objetivo de esta norma es “garantizar el derecho de toda persona que padezca de adicción o consumo problemático de drogas” a “recibir el tratamiento adecuado para su desintoxicación”. Ahora el proyecto volvió a Diputados, donde ya había sido aprobado, debido a que recibió cambios. Y, según explicó la diputada del Partido Colorado Nibia Reisch, impulsora del proyecto junto a la cabildante Silvana Pérez Bonavita, se votará en los próximos días, ya que las modificaciones realizadas no cambian el espíritu de la norma.
El proyecto original buscaba establecer la voluntad anticipada de las personas para acceder a tratamientos de desintoxicación, rehabilitación y reinserción social. En la Cámara de Senadores se mantuvo solamente el tratamiento de desintoxicación con o sin internación.
“La coalición apoya el proyecto y se espera su aprobación en junio. En cuanto al proceso legislativo, el proyecto no volverá a comisión y pasará directamente al plenario”, explicó la diputada colorada. El consentimiento anticipado le permite a las personas con consumo problemático de sustancias ser internadas sin su voluntad, si es que antes firmaron que en caso de estar en un estado de grave intoxicación, lo hicieran. El consentimiento puede ser revocado, excepto si hay un riesgo inminente para la vida del paciente o terceros.
La diputada Reisch lo define como “una herramienta más para abordar la problemática de las familias que necesitan tratamiento para sus familiares adictos.” El proyecto de ley generó un gran debate sobre el paradigma que plantea, y desde el Frente Amplio se lo criticó.
El senador Alejandro Sánchez del MPP dijo que no hay previsto recursos para su instrumentación. A su entender, la aplicación de este proyecto llevará a una “estigmatización social”. Afirmó que el que pueda acceder a un tratamiento en una clínica privada lo hará. Y el que no, tendrá que recurrir a Salud Pública, donde actualmente no hay camas disponibles. “Seguramente lo vaya a buscar un patrullero y termine en un calabozo”, generando así un “círculo de violencia brutal”, indicó Sánchez.