Más de 11.700 mordeduras de perros en últimos cinco años
Directora del MSP señaló que hay “muchos más” casos que los notificados
El Ministerio de Salud Pública (MSP) registró 11.723 mordeduras de perros a humanos en los últimos cinco años, según datos a los que accedió El País. Al mismo tiempo que genera “preocupación” en las autoridades el volumen de casos, se advirtió que hay “muchas más” mordeduras que las detectadas.
El informe de Salud Pública aclaró que estos datos “se encuentran sujetos a modificaciones producto de la mejora de calidad del registro”. Del total de mordeduras de perros a humanos entre el 1° de abril de 2018 y el 31 de marzo de 2023, la mayoría ocurrieron en Montevideo (4.080), Canelones (1.657) y Colonia (1.184). En este período, se registraron al menos seis muertes por esta causa, ocurridas en Montevideo, Cerro Largo, San José, Artigas y Canelones.
El País consultó sobre los casos a Gabriela Willat, directora de la unidad de Zoonosis y vectores del MSP y presidenta de la Comisión Nacional Honoraria de Zoonosis; y a Marcia del Campo, presidenta del Instituto de Bienestar Animal (INBA).
Willat dijo que los 11.723 casos son un “número altísimo” y que la cifra de mordeduras está “totalmente subvalorada”. Es decir, “hay muchas más” que las registradas por los prestadores de salud, quienes “en general” notifican, sobre todo las más graves. “Hay mordeduras más pequeñas que estamos seguros que no las recibimos. La que ocurre en la casa y si no tiene demasiada importancia nadie hace la notificación”, estimó.
Para el MSP es relevante la notificación de estos hechos para la vigilancia de casos de rabia, enfermedad que no se detecta en perros desde 1983 y en humanos desde 1966. Antes del covid-19, las mordeduras eran la “principal causa de notificación y la tercera parte de las notificaciones de todos los eventos que registra el MSP”, dijo la funcionaria. El decreto 41/012 indica la notificación obligatoria de estos casos.
Willat enfatizó que las mordeduras representan una “agresión impresionante” para las personas, por el impacto físico y las secuelas psicológicas. La jerarca explicó que los casos más graves suelen ocurrir con niños y personas de la tercera edad en sus casas, quienes a veces no advierten el mensaje del canino. “El perro avisa que va a atacar y después lo hace”, dijo. La “gran mayoría” de las mordeduras en niños afectan la cara así como las manos, indicó. En adultos, suelen afectar los miembros inferiores o el tronco.
Willat planteó que la mayoría de los casos ocurre por la “dominancia” del perro. Para evitar esto, sostuvo que el animal dentro de la estructura familiar debe estar “por abajo de todos los humanos que habitan esa casa”. Y enfatizó: “No es cuestión de maltrato, solamente que entienda que todos los humanos están por arriba de él y que no puede atacar a nadie”. Recomendó asesorarse con un veterinario antes de tener un perro de determinado porte y educarlo correctamente.
La titular del INBA contó que hace dos semanas hubo un encuentro con autoridades del MSP por este asunto. Ambas instituciones, dijo, trabajan de “forma conjunta en la calidad de los registros”, para afinar la cifra de mordeduras y accidentes de tránsito que involucran animales. “Interesa que el perro esté bien, pero también que haya una tenencia responsable por sus consecuencias”, dijo Del Campo. “Me pregunto cómo es que durante todos estos años no se había puesto el tema encima de la mesa, que es realmente preocupante”, subrayó.