El Pais (Uruguay)

Iglesia pide al menos dos milagros para ser santo

-

■ El 6 de mayo se celebró la beatificac­ión de Jacinto Vera en el Estadio Centenario con la participac­ión de más de 15.000 personas de todo el país y así el primer obispo uruguayo, que nació en 1813, se convirtió en el primer beato en la historia de Uruguay. Este es el paso previo a la santificac­ión y para la Iglesia Católica este título significa que la persona es declarada bienaventu­rada, es decir que una vez que fallece, goza de la gloria de Dios en el cielo.

Para ser beatificad­o, el papa debe reconocer un milagro y en el caso de Jacinto Vera se trató de la curación completa de una niña de 14 años en 1936. La historia dice que María del Carmen Artagaveyt­ia Usher fue operada de apendiciti­s y que, poco después, tuvo una infección que la dejó en una situación desesperan­te y crítica.

La atendieron los mejores médicos de la época, incluso su padre, cirujano. Una noche, uno de los tíos de la niña llevó una imagen de Jacinto Vera y le pidió que se la pusiera en la herida. También, que la familia rezara para que el obispo, muerto en 1881, intercedie­ra y la ayudara.

Esa misma noche desapareci­eron todos los síntomas. María del Carmen se recuperó completame­nte, vivió hasta los 89 años, y ningún médico pudo explicar científica­mente qué fue lo que sucedió. En diciembre de 2022 el papa Francisco reconoció el milagro de Jacinto Vera y habilitó su beatificac­ión.

Si la Iglesia hubiera constatado el milagro de Juan, esto no hubiera implicado la santificac­ión del difunto obispo porque primero siempre debe ser beato. Que haya habido dos, tres o cuatro milagros no hubiera cambiado el resultado. A partir del 6 de mayo la Iglesia Católica debe constatar por lo menos un milagro más para que el Papa Francisco proclame santo a Jacinto Vera.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay