“Pronto habrá otros ‘juguetes’ en lugar de CHATGPT”
Gómez-pérez, catedrática en Inteligencia Artificial, ingresa en la RAE; es la académica más joven
Pueden pensar las máquinas?”, se preguntaba el genio matemático e informático inglés Alan Turing en 1950. Siete décadas después, la inteligencia artificial (IA) ha acelerado lo que parece desembocar en una nueva revolución industrial, en la que se eliminarán puestos de trabajo que desempeñarán máquinas y se crearán empleos específicos, acompañado de cambios en la sociedad y en la forma de comunicarnos con los demás.
La IA suscita en los humanos temores apocalípticos, recelos o adhesiones apasionadas. Una de las personas que quiere poner luz a ese futuro es Asunción Gómez-pérez (Azuaga, Badajoz, 55 años), experta en esta disciplina que crea programas informáticos para ejecutar operaciones similares a las de las mentes de los terrícolas. Este domingo ha ingresado en la Real Academia Española (RAE), donde ocupará la silla q y se ha convertido además en el miembro más joven del pleno de la institución.
“La inteligencia artificial es la tecnología del momento”, ha subrayado en su discurso, y avanza “tan rápidamente que muy pronto nuevas invenciones estarán en nuestros bolsillos, en los hogares y los trabajos”.
En lugar de herramientas como CHATGPT o Bard, este desarrollado por Google, que imitan el lenguaje humano, “habrá otros juguetes que usarán la inteligencia artificial y abrirán portadas de periódicos”, dijo en un discurso titulado Inteligencia artificial y lengua española.
La sucesora en la silla q del filólogo Gregorio Salvador Caja, fallecido el 26 de diciembre de 2020, ha indicado que “aprender y razonar son los dos grandes pilares de la IA”, que las máquinas que nos rodean entiendan el español y lo usen con corrección, con toda su riqueza y variedades.
Desde 2018 pertenece al grupo de expertos que asesora al Gobierno en IA y big data. Precisamente, el acto ha contado con la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, encargada de entregarle la medalla de académica.
Gómez-pérez hizo memoria del desarrollo de la IA, que hoy usan los universitarios para sus trabajos, conferenciantes en sus discursos, se crean imágenes, pero que también intoxica las redes sociales con mensajes falsos: “Aunque se piense que los conceptos de la IA son modernos, en el siglo XIX los inventores británicos Babbage y Byron diseñaron artefactos mecánicos y eléctricos para realizar actividades cognitivas y en la Segunda Guerra Mundial se construyeron los primeros ordenadores digitales”.
En su recorrido se detuvo en 2019, cuando la Comisión Europea “presentó unas directrices éticas para una inteligencia artificial basada en los derechos humanos, la equidad y el respeto por las leyes”. Todo ello en un campo en el que hay una competencia feroz entre gigantes tecnológicos y de la UE con Estados Unidos y China.
ODIO, VIOLENCIA. “Estos días, la Comisión está finalizando un reglamento sobre los sistemas de inteligencia artificial, y cada día que pasa se necesita más”. Una circunstancia debida “a los posibles riesgos de los nuevos grandes modelos de lenguaje”, que si se crean a partir de bases de datos erróneas, reproducirán los sesgos que cometen los humanos, empleando términos “que van desde la discriminación, la exclusión, la incitación al odio o a la violencia”.
“No todo lo que sea técnicamente posible es socialmente conveniente, se pueden superar las fronteras de lo ético, lo legalmente aceptable y lo medioambiental”. Sobre esto último, ha alertado de las “enormes cantidades de energía” que necesitan las nuevas tecnologías. El nombre de “la nube” es un eufemismo para designar a servidores y plataformas en centros de datos por todo el mundo.
¿En qué posición se encuentra España en el nacimiento de esta nueva civilización? Gómez-pérez
ha recordado que en 2019 la RAE lanzó el proyecto Lengua Española e Inteligencia Artificial (LEIA), cuyo fin es “cuidar el uso de un correcto español en los medios tecnológicos y evitar que se pierda la unidad” de los casi 600 millones de hispanohablantes; que las máquinas con las que convivimos y usan nuestra lengua (un móvil, un coche, una nevera, un robot...) estén “entrenadas con materiales lingüísticos favorables”. Y ahí la RAE, “que recibe 20 millones de consultas mensuales a través de su web”, tiene experiencia y corpus.
La importancia que esta institución da a la IA se ha dejado sentir en que fuera su director, Santiago Muñoz Machado, el encargado del discurso de bienvenida a Gómez-pérez, lo que no sucedía desde 1932. Muñoz Machado ha subrayado que la nueva académica es una autoridad “en una materia radicalmente nueva en esta casa, lo que abre una era en la academia”. “En cualquier caso, los avances en la IA están haciendo preocuparse al mundo”.
Antes de estas palabras, Gómez-pérez urgió a la academia a que “incorpore más inteligencia artificial en sus tareas cotidianas, como en los trabajos de los lexicógrafos”. Entre otras razones, porque estamos “en una carrera en la que el español progresa por detrás del inglés”. Para intentar recuperar terreno, en 2020 el Gobierno puso en marcha la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial, un plan en el que “deberían participar, además de la RAE, las Administraciones, las grandes empresas, las universidades y centros de investigación”, apuntó.
Estamos en “la era de Míster chip”, como cantaba Miguel Ríos hace cuarenta años en Año 2000. Aunque mejor que no se cumpla lo que decía la letra: que Míster Chip “por lo pronto te quita el curro / además de ser tu ficha sin fin”.