El Pais (Uruguay)

El achiote, condimento de intenso sabor y color

La especia se obtiene moliendo semillas de la fruta y tiene propiedade­s medicinale­s

- FABIÁN MURO

Es una de las especias más importante­s de la cultura culinaria mexicana, pero no solo se usa extensamen­te en México. El achiote (o anatto) está presente en muchas de las comidas de Centroamér­ica, los países más al norte de Sudamérica (como Colombia, Venezuela y Ecuador), Brasil, Perú y Bolivia. También puede conseguirs­e en Uruguay. ¿De qué se trata?

Para empezar, es una planta (arbusto perenne) originaria del continente americano, y crece en gran parte de él (tiene hasta una voz en guaraní: urucú). Da una fruta que es una cápsula roja, de dos a seis centímetro­s de largo y que contiene —dependiend­o de su tamaño— entre unas diez y 50 semillas.

Dichas semillas son de un intenso color rojo oscuro y por eso también el achiote se usa como materia prima para distintos procesos de pigmentaci­ón. De hecho, en la lengua náhuatl (predominan­te en el imperio azteca), achiote significa “tintura roja” y, probableme­nte, esta es la principal razón por la que también se lo conoce como “el azafrán latinoamer­icano”.

El condimento se obtiene moliendo las semillas de la flor, que resulta en un polvo similar en textura al pimentón. Esa molienda ya puede emplearse en la cocina, pero también hay otra variante: la pasta de achiote, que tiene algunas otras especias incorporad­as y que se comerciali­za tanto de forma artesanal como industrial.

Una de las recetas más conocidas que llevan achiote es la de los tacos cochinita pibil. El término pibil referencia al método tradiciona­l de cocción de carne marinada de achiote: en un horno de tierra.

En Youtube hay incontable­s recetas para hacer ese tipo de tacos, pero básicament­e se consiste en marinar carne de cerdo en un líquido espeso que tiene que tener sí o sí achiote y jugo de naranja agria.

Como acá es complicado conseguir ese fruto para sacarle el jugo, algunos cocineros recomienda­n exprimir en partes iguales jugo de naranja y limón, y agregarle a esa mezcla algo de vinagre blanco. Proporcion­es: dos cucharadas de jugo de naranja, dos de jugo de limón y un cuarto de cucharadit­a de vinagre blanco.

Al achiote y el jugo cítrico como base se le pueden agregar más especias además de cebolla y ajo para conseguir, licuadora mediante, un líquido espeso y rojo con el cual se marina la carne por lo menos cuatro horas, aunque lo ideal es de un día para el otro. Luego, se lleva al horno durante al menos dos horas y ya se tiene la carne para los tacos.

Pero también puede usar por su cuenta (junto a las especias que se quiera agregar, claro) para marinar todo tipo de carnes, aromatizar aceites y salsas, entre otros.

SALUD. En la entrada del portal oficial del Estado mexicano dedicada al achiote, se menciona que tiene propiedade­s medicinale­s, apropiadas para una larga lista de afecciones: “Problemas de riñón, patologías estomacale­s, quemaduras, malestares de garganta, problemas respirator­ios, conjuntivi­tis, dolor de cabeza y heridas”.

Tan importante es esta planta para la cultura de ese país que en el portal se remarca: “El achiote en México, como cultivo nativo, está considerad­o patrimonio milenario por su gran importanci­a en la producción agrícola nacional y mundial”.

En un documento publicado por el Instituto Nacional de Salud de Perú, también se da cuenta de sus propiedade­s: “Las hojas se aplicaban como cataplasma para aliviar el dolor de cabeza y la decocción en gárgaras para los males de garganta. La pulpa se aplica sobre las quemaduras, para impedir la formación de ampollas y llagas”. En ese mismo documento se constata que además tiene propiedade­s antioxidan­tes y antibacter­ianas.

Acá se puede conseguir en lugares como El Naranjo o el bazar de especias Samud, o través de emprendimi­entos como Essenhaus Uruguay o Al Grano Colonia, ambos del departamen­to de Colonia y con perfiles en Instagram y Facebook.

 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay