Porqué ahora no...
A.D.V. | Montevideo
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En su columna política del pasado 5 de febrero, “Candidatos o partidos”, el Dr. Hebert Gatto comenta acertadamente sobre las próximas elecciones y concluye: “pobres los frentistas forzados a escoger entre el dogmatismo leninista y un pasado reciente, alérgico a la democracia’’.
Se refiere implícitamente a los candidatos (excluyentes) del FA, Cosse y Orsi y al radicalismo extremo que ha copado y domina al conglomerado de izquierda.
Concordando con el autor, veo ésta y otras razones que enunciaré como justificativo de “porqué ahora no” es conveniente para el país, su futuro próximo y de sus ciudadanos, votar al Frente Amplio.
Es indudable que hoy el FA se ha radicalizado al punto de ser presidido por un sindicalista, vocero mendaz, al servicio de comunistas, tupamaros, emepepistas y socialistas radicales que han llevado la oposición a expresiones denigrantes, de muy bajo nivel, desconocidos hasta ahora.
La gran mayoría de votantes de izquierda, en sus años de mandato, sabían que acompañaban a gobiernos de centroizquierda donde varios referentes enjundiosos y carismáticos balanceaban a quienes aún añoran a Fidel, Ché Guevara, Chávez y Maduro.
Hoy la ultra-izquierda domina las acciones del FA y apoya las candidaturas de Cosse y Orsi a la presidencia; políticos que no tienen un grupo propio dominante dependen y deberán actuar bajo directivas radicales de los grupos extremistas que los apoyan.
Otro argumento a tener en cuenta es el escaso respeto al uso de los dineros públicos de ambos candidatos, recordando los caprichos y la soberbia de Cosse en las obras del Antel Arena, el endeudamiento por US$ 70 millones con el BID y la ciclovía, y los episodios donde Orsi “convenció” a un edil del PN y otro del PC para lograr los votos que requería para obtener préstamos que endeudaron a la IMC en cifras millonarias en dólares, ambos despilfarrando en su afanosa carrera personal hacia la presidencia.
Para apoyar mis argumentos, un hecho foráneo pasa a tener una enorme importancia en nuestras elecciones.
En Argentina ha sido electo Javier Milei, un economista de definida ultraderecha y marcada ideología liberal, absolutamente opuesta a la de los candidatos del FA partidarios del Estado obeso y protector, el igualitarismo, el sindicalismo y el populismo.
Esta importante coyuntura política con los vecinos del Plata no se daba desde hace décadas y debe ser aprovechada para recomponer relaciones y mercado. Pero se perdería de plano si en Uruguay se eligiese un gobierno de izquierda, cuyos objetivos chocarían abiertamente con la ideología liberal de Milei, que es la misma que impuso en su plan de gobierno el Presidente Lacalle Pou al frente de la Coalición Republicana.
Como corolario de mi razonamiento, cualquiera de los candidatos que se postulan en las diversas fracciones de la Coalición están capacitados para continuar y completar la exitosa gestión del vigente gobierno. Y finalmente podría reelegirse en el 2029 al actual Presidente, reconocido y elogiado internacionalmente, lo cual completaría un exitoso ciclo de 15 años con gobierno liberal, democrático, respetuoso y fiel administrador de los dineros del erario público.
Por todos esos motivos, queda claramente expuesto “porqué ahora no” es el momento del FA.