Sin argumentos
Un Conejo Blanco | Montevideo
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Libre ya de obstáculos que inesperadamente trastocaron los planes de este actual gobierno de coalición (pandemia, sequía, guerras y diferencias de cambio con Argentina), el Presidente Lacalle Pou, satisfecho ante la realidad de resultados fiscales (inflación de 5% anual, aumento del salario real en un punto por encima sobre la inflación desde el 2019 y sueldo mínimo en dólares nuestro país con el más alto de Sudamérica) se posicionó decididamente a culminar la gestión con un año de intenso ritmo; llevando a cabo, prosiguiendo o culminando obras de gran interés y necesidad para todos los uruguayos; sorprendiendo a la mendaz oposición izquierdista que no sólo no lo veía venir, sino que se pavoneaba con ínfulas triunfalistas, dando por hecho su supremacía en las próximas elecciones.
Decidido a cortar cintas de realizaciones trascendentes en todo el país, Lacalle Pou hoy ocupa los titulares de las noticias, inaugurando obras que, enorgulleciendo su gestión, van cubriendo necesidades ciudadanas, ante el aplauso de la población y la ausencia de representantes de la oposición, cegados por su encono indisimulable, al ver que, su vanidosa expectativa, como agua entre los dedos… se le escapa día a día.
Rotundas declaraciones de la Ministra de Economía, previendo un año final de mandato exitoso, serio y responsable; culminando con marcado éxito y reconocimiento internacional un período de gobierno de coalición, donde se luchó contra lo inesperado y se pudo vencer los infortunios y a la maledicencia de una paupérrima oposición del FA. Ésta última henchida de rencor social, que no pudo disimular su derrota electoral y no sólo no realizó el más mínimo aporte sino que mintió, trabó, protestó y, aún hoy, sin darse cuenta de su mayor error, pretende (unida con el PIT-CNT, ocupando la presidencia del FA un sindicalista de triste currículo, sin figuras referentes de enjundia política o relevancia) deslegitimar una ley fundamental para el país; que este gobierno asumió, elaboró y votó, mientras el FA, durante sus 15 años de sucesivos gobiernos, no se atrevió a llevar adelante aún a conciencia de su imprescindible necesidad, por el despreciable temor a perder alguna adhesión.
En este año, los ciudadanos volveremos a elegir Presidente y el panorama político muestra a la oposición izquierdista radicalizada como hace años no se veía. Entre dos candidatos, ambos sin organización propia, adoctrinados y apoyados por comunistas, socialistas, tupamaros y emepepistas, sin otros argumentos más que su visceral inconformismo que avalen su pretensión; que enfrenta con vanas ínfulas a una Coalición Republicana gobernando con pericia, apoyada en principios democráticos, conduciendo al Uruguay por un derrotero elogiado y envidiado, con candidatos para todos los gustos, aptos cualquiera de ellos de todas las fracciones, para continuar este período exitoso que supo presidir con pericia, idoneidad e inteligencia el Presidente Luis Lacalle Pou.
Como culminación, luego del próximo ciclo de gobierno de la Coalición Republicana, para las elecciones del 2029, volverá a las lides eleccionarias Luis Lacalle Pou y todo indica que la ciudadanía, que tiene buena memoria, no dudará en volver a elegirlo.