SOY RADA “Me pasó de todo en mi carrera”

—¿Qué tiene que tener un gran mago?

—Originalidad y que la gente crea no sólo el truco sino lo que estás diciendo. También presencia. Pero para cualquier persona que sube a un escenario, lo más importante es tener verdad para que la gente te crea. Y más hoy que la verdad es tan subjetiva. Así que lo que un gran mago tiene que tener es originalidad y verdad.

—Y sin embargo está haciendo un truco, una mentira...

—Sí trabajo con la verdad, pero a su vez todo el mundo sabe que estoy mintiendo y no solamente con la magia, sino con la comedia, con cualquier arte escénica: todos sabemos que lo que está pasando ahí no es verdad pero tiene que haber la suficiente verdad emocional y estructural para que vos entres al juego y y te sumerjas a esa mentira maravillosa

—¿Ese manejo de la verdad es algo adquirido o lo tenía naturalmente?

—Las dos cosas: hay que laburarla pero también viene contigo. Hay personas que son genuinas de por sí pero también hay mecanismos y recetas para para uno decir verdad en guiones. No sé, por ejemplo cuando actúo de Tronchatoro en Matilda. No soy mujer y sin embargo transmite verdad.

—La primera vez que supe de usted fue en aquel sketch de Youtube de “los sonidos de la playa” que hacía con Fer Metilli ¿Puede creer que pasaron siete años ya de eso?

—¡Siete años! No es tanto, ¿no?

—Es que ha hecho mucho...

—Sí, pasó de todo en mi carrera. Tengo como varias vidas, en realidad. Tenía casi 25 años como mago profesional en eventos cuando aparecieron las redes sociales y el stand up. Ahora está empezando una carrera nueva que es la actuación que es muy loco que pase ahora a los 40 años.

—¿Y cómo se recuerda hace siete años?

—Como soy ahora: buscando cosas que hacer para pasarla lo mejor en este rato que estamos acá y que está buenísimo. —¿Cuánto ha planeado de su carrera?

—No sé si tenía algo claro. Tenía y tengo planes de que quiero ir de acá a acá o para allá. Pero en el medio no quiero ir como, viste, un caballo que solo puede mirar al frente. Yo voy para adelante pero también voy mirando para los costados, porque ahí aparecen oportunidades, caminos nuevos que se abren y que me llevan a transitar lugares que nunca hubiera imaginado transitar. Entonces si estoy desbocado solamente yendo para adelante, me pierdo cosas. Si mi objetivo hubiera sido solo llenar un teatro con magia, quizás no hubiera pasado nada. Así que me dejo llevar, lo que además es mucho más piola.

—También ha crecido mucho y eso implica obligaciones.

—Claro. Tengo muchas estructuras armadas porque somos una empresa, una productora. No es que ahora pueda improvisar. Por ejemplo, de acá a mediados de 2025 ya sé todo lo que voy a hacer.

—Ahora llega a Uruguay con el espectáculo con el que volvió a la magia. ¿Por qué ahora? ¿Fue algo que le reclamó el público? —No, nunca es porque me lo pide la gente: siempre es porque me gusta mucho a mí. ¿Sabe qué pasa? Si yo hiciera las cosas que me piden que haga, perdería esa verdad de la que hablábamos al comienzo. Lo que cuento en todo lo que hago es que soy un tipo al que le gusta hacer las cosas que le divierten y que la pasa bien. A veces coincide con que lo que me piden es algo que me encanta, pero si algo no me divierte, lo dejo de hacer.

—Más allá de eso, ¿volver a la

“Ya no puedo improvisar. De acá a mediados de 2025 ya sé lo que voy a hacer” .

“Lo que pretendo es que entres al show de una manera y salgas de otra”.

magia tiene como una cosa de recuperar cierta inocencia de parte del público?

—La gente necesita siempre, esté bien o esté mal (y Argentina siempre está mal, pero bueno eso es otro tema) un recreo, apagar la tele de la cabeza. Y la comedia, la magia, que son lugares del teatro y por eso son de estar ahí en vivo, viendo algo y vibrándolo, creo que es lo que la gente pide y lo que la gente quiere. Por eso a los teatros en momentos de crisis tan picantes como este, sigue yendo mucha gente. Es maravilloso que haya ganas y que alguiensepare una guita para ir a vernos. Es irreal.

—¿Y eso le genera una responsabilidad?

—No me quiero hacer cargo de eso. Siempre doy lo mejor y entrego todo lo que tengo pero no me puedo hacer cargo de esa responsabilidad. Ya tengo mis propios problemas. Y un poco me molesta, el artista o el entretenedor, que dice “yo tengo una responsabilidad” o “soy un servicio para que la gente...”. Decir “yo soy un parte fundamental de la sociedad”, eso no lo puede ni pensar uno. Es un montón. Lo tiene que decir la sociedad o el que me consuma o el que pasa justo por ahí y se sentó en la butaca o ve un video mío: yo no puedo hablar de mis responsabilidades. Cuando escucho al Flaco Spinetta para sentirme bien, el tipo no lo hizo para que yo me sintiera así, sino porque él hacía canciones.

—Ahora viene a Montevideo con el espectáculo Tarán. Cuénteme algo de lo que vamos a poder ver.

—Es un espectáculo de magia y comedia en el que la magia hace un camino diferente al que hacía antes. Pero, como nos gusta hacer las cosas, manteniendo una esencia que es la del mago que sale con su circo ambulante a mostrarte todo lo que tiene para dar para que vos te entretengas, te emociones, te cuestiones y encima la pases bien. Lo que siempre pretendo con mis espectáculos es que entres de una manera y salgas de otra. Que salgas con buena onda. Y ahí es cuando el espectáculo funciona.

—¿Cuál es el mejor truco de magia que hizo en su vida? —El nacimiento de mi hija (se ríe) No, mentira. Eso es una gilada aunque sin duda Bianca es lo más importante que hice en mi vida. Pero hablando de trucos, hay uno en Tarán que es muy absurdo y muy difícil de explicar. Te lo voy a vender: ese truco así puede pasar solamente en el instante ese que va a ser realizado. No puede pasar en otro momento y es un efecto de magia muy complejo de hacer, de explicar y de entender. La gente realmente por unos segundos queda sin comprender lo que pasó. Es un truco muy loco. ¡A que te dieron ganas de verlo!