Mensaje contra la “lógica de las armas”
Al final de la Pascua, Francisco pidió una solución a los conflictos que azotan al mundo
De Ucrania a Gaza, el papa Francisco pasó revista ayer domingo de los diferentes conflictos que azotan el mundo e instó, durante su mensaje de Pascua en el Vaticano, a no ceder “a la lógica de las armas”.
“No permitamos que las hostilidades en curso continúen afectando gravemente a la población civil, ya de por sí extenuada, y principalmente a los niños. Cuánto sufrimiento vemos en sus ojos. Con su mirada nos preguntan: ¿por qué? ¿Por qué tanta muerte? ¿Por qué tanta destrucción?”, se preguntó durante su bendición “urbi et orbi”.
“La guerra es siempre un absurdo y una derrota. No permitamos que los vientos de la guerra soplen cada vez más fuertes sobre Europa y sobre el Mediterráneo. Que no se ceda a la lógica de las armas y del rearme”, añadió el pontífice.
Ante unos 60.000 fieles, el jesuita, de 87 años, citó una decena de países, tanto de Medio Oriente (Líbano, Siria) como de África (Sudán, Mozambique y República Democrática del Congo) pasando por Haití y Birmania. También mencionó el “diálogo” que han emprendido Armenia y Azerbaiyán.
El papa reiteró asimismo su llamado a la liberación de los rehenes israelíes y a un cese al fuego inmediato en Gaza, en momentos en los que se inicia una nueva ronda de negociaciones para una tregua entre Israel y Hamás.
También pidió un “intercambio general de todos los prisioneros entre Rusia y Ucrania”, en guerra desde febrero de 2022, cuando Moscú invadió la exrepública soviética. Exhortó a los dirigentes a no escatimar esfuerzos para “combatir el flagelo de la trata de seres humanos, trabajando incansablemente para desmantelar sus redes de explotación y conducir a la libertad a quienes son sus víctimas”.
El papa Francisco también urgió en el Domingo de Resurrección, en su mensaje pascual, a que “se garantice la posibilidad del acceso de ayudas humanitarias a Gaza” y “a la rápida liberación de los rehenes secuestrados el pasado 7 de octubre”, así como a “un inmediato alto el fuego en la Franja”.
“VIENTOS DE LA GUERRA”. El papa Francisco alertó: “No permitamos que los vientos de la guerra soplen cada vez más fuertes sobre Europa y sobre el Mediterráneo”.
Y agregó, “la paz no se construye nunca con las armas, sino tendiendo la mano y abriendo el corazón”.
Pidió que “Cristo resucitado abra un camino de paz para las martirizadas poblaciones de esas regiones”. El papa instó entonces a “respetar de los principios del derecho internacional”. El Vaticano había mediado en pasado para el intercambio de prisioneros en los primeros meses del conflicto Rusiaucrania, pero posteriormente la misión diplomática de la Santa Sede quedó estancada.
Francisco nombró al cardenal Matteo Zuppi para que se ocupase de una misión de mediación sobre todo humanitaria, como para que vuelvan a su país los niños ucranianos deportados a Rusia, pero por el momento no ha habido resultados.
También pidió no olvidar Siria, que lleva catorce años sufriendo la guerra, o el Líbano, afectado por un bloqueo institucional y por una profunda crisis económica y social, agravados por las hostilidades en la frontera con Israel, e instó a continuar las conversaciones entre Armenia y Azerbaiyán.
Solicitó “consuelo a las víctimas de cualquier forma de terrorismo” y rezos “por los que han perdido la vida e imploremos el arrepentimiento y la conversión de los autores de estos crímenes”.