Claves para trabajar la autoestima
Las capacidades cognitivas y su rol a la hora de percibir nuestro valor de una forma sana
El autoestima es la compleja percepción que tenemos sobre nuestro propio valor, y no surge de la nada o por arte de magia. Más allá de las experiencias vividas y el entorno social, las capacidades cognitivas juegan un papel fundamental en el desarrollo de una autoestima sana y robusta.
REALISTA.LA autoevaluación realista es un proceso de reflexión profunda y honesta sobre nuestras habilidades, talentos, debilidades y limitaciones. Se trata de ir más allá de las percepciones superficiales y construir una imagen precisa de nosotros mismos, reconociendo tanto fortalezas como áreas de mejora.
Es importante tener presente que la autoevaluación realista no es un ejercicio para castigarse o compararse con los demás, sino que constituye un proceso de autodescubrimiento y crecimiento personal.
AUTOEFICACIA. La autoeficacia se define como la confianza en nuestras propias habilidades para afrontar desafíos y alcanzar metas. Es la creencia de que somos capaces de realizar las acciones necesarias para lograr lo que nos proponemos.
No se trata de un estado permanente, sino de una condición que puede variar con el tiempo y con las circunstancias. El secreto es trabajar en ella de forma continua, entendiéndola como un proceso que debe ser fortalecido cotidianamente.
AUTOATRIBUCIÓN. La autoatribución es el proceso por el cual asignamos causas a nuestros éxitos y fracasos. Es decir, cómo interpretamos las razones por las que las cosas salen bien o mal. Esta forma de interpretar los eventos tiene un impacto significativo en nuestra autoestima, motivación y comportamiento futuro.
La autoatribución puede ser interna o externa, según veamos que las causas de los resultados residen en nuestras propias habilidades, esfuerzos o estrategias, o en el azar, la suerte o las acciones de otras personas. Cuando la autoatribución interna es positiva, fortalece nuestra motivación, nuestra determinación y nuestra resiliencia.
LISTA DE TAREAS. Las capacidades cognitivas son herramientas poderosas que nos permiten tomar control de nuestra vida. Para sacar de ellas el mayor provecho, podemos ejercitarlas manteniendo estos comportamientos y asumiendo estas actitudes:
• Preguntate cuáles son tus habilidades y talentos, y en qué áreas destacas.
• Identificá las áreas que te generan dificultad y los aspectos que necesitás mejorar.
• Establecé metas alcanzables, dividí las metas grandes en pasos más pequeños y manejables.
• Imaginá cómo sería lograr tus objetivos y sentí la emoción de alcanzarlos.
• Evaluá las metas que alcanzaste y los logros que te hacen sentir orgulloso. Tené presente y celebrá tus éxitos (grandes y pequeños).
• Reconocé los errores que cometiste y qué aprendiste de ellos, no te desanimés ante los fracasos.
• No te compares con las demás personas, porque cada uno de nosotros tiene sus propias habilidades y vive sus circunstancias.
• Pedí a personas que sean de tu confianza que te apoyen y crean en tus capacidades, que te brinden una perspectiva honesta sobre tus habilidades y debilidades.
• Enfocate en tu esfuerzo y en las estrategias que podés utilizar para mejorar tus resultados.
El desarrollo y fortalecimiento de nuestras capacidades cognitivas es una tarea cotidiana y a largo plazo. Al trabajar en la autoevaluación realista, la autoeficacia, la autoatribución positiva, el pensamiento positivo y la resiliencia, podemos construir una autoestima sólida que nos impulse a alcanzar nuestro máximo potencial.
Sin embargo, es esencial tener en cuenta que una autoestima saludable no es un estado a alcanzar, sino que se trata de un proceso continuo que requiere atención y cuidado.
Al dedicar tiempo y esfuerzo a explorar y profundizar en estas habilidades estarás haciendo tu mejor inversión para tu bienestar y tu calidad de vida.
Autoevaluarse y ser realista no implica castigarse o compararse.