Tres vinilos para tres épocas de una estrella
El 15, El País publicará la colección “Luis Miguel Inolvidable”
Tres épocas sintetizadas en tres vinilos. Eso es lo que propone la colección Luis Miguel Inolvidable, que El País lanzará el lunes 15. Y en esas canciones está presente la esencia del sonido que convirtió a “El Sol de México” en uno de los intérpretes más exitosos de la música latinoamericana.
La gira que el mes pasado lo trajo a Montevideo es una reafirmación de esa versatilidad que alimenta los álbumes 20 años (1990), Romance (1991) y México en la piel (2004): Luis Miguel se pasea con naturalidad por el funk con vigorosos arreglos de viento y los boleros de interpretación dramática, entre las baladas más vulnerables y las rancheras festivas. Todo se acompaña de ese porte de galán enigmáti- co que, como quedó claro en el Estadio Centenario, confirma que no necesita hablarle al público para conquistarlo: con la maestría de su interpretación es suficiente.
Y están las canciones, claro. En el repertorio que presentó en Uruguay ante 35 mil personas se encuentran varios clásicos disponibles en Luis Miguel Inolvidable. Para hacerse una idea, cinco de las 10 canciones de 20 años fueron parte del show del Centenario.
Es que ese álbum es una pieza clave en la discografía de Luis Miguel. Es un trabajo de transición y el ingreso al mundo adulto —de ahí su título — de quien hasta ese momento había sido un ídolo adolescente. Para ese entonces, su carrera ya tenía grandes éxitos como “Ahora te puedes marchar”, “La chica de bikini azul” y “Cuando calienta el sol”, pero, naturalmente, gran parte de su repertorio se alimentaba de la inocencia del amor adolescente.
En Busca una mujer (1988) ya se encontraban algunos signos de adultez en “El primero” y “La incondicional” —ambas se inspiraban en encuentros sexuales—, pero 20 años lo confirma. Se ve en la foto de portada, que muestra al cantante en la playa con un look renovado y un porte que reboza confianza, y queda más que claro en las dos canciones que abren el disco: “Entrégate”, una balada en la que canta una frase como “Déjame robar el gran secreto de tu piel”; y “Oro de ley”, un funky adictivo que celebra la autoconfianza del seductor innato.
20 años, el último de la seguidilla de cuatro álbumes producidos por Juan Carlos Calderón, se centra en el orden establecido en esas dos primeras canciones: una balada y luego un tema bailable. En las románticas destacan “Todo excepto a ti”, “Hoy el aire huele a ti” y la demoledora “Más allá de todo”, mientras que la sección bailable ofrece joyas como “Alguien como tú” y “Cuestión de piel”. Aunque suene poco verosímil, ambas parecen inspirarse del sonido del city pop japonés que acuñaron cantantes como Mariya Takeuchi, Anri y Miki Matsubara. Escúchenlas y entenderán.
Si bien ocho de las 10 canciones de 20 años fueron sencillos exitosos, el verdadero protagonista fue “Será que no me amas”, una versión traducida de “Blame It On the Boogie”, de The Jacksons. Ese funk de estribillo inoxidable tiene tanta fuerza que Luis Miguel la elige para abrir cada uno de los shows de esta gira de estadios.
Necesita apenas unos segundos para levantar al público de sus asientos.
20 años vendió 400 mil copias en solo 10 días y consolidó la fama de Luis Miguel. Al año siguiente, o sea en 1991, publicó Romance, una de las decisiones más inteligentes de su carrera. Bajo la producción del histórico Armando Manzanero, grabó un disco de boleros con el que sacó a relucir su talento como intérprete, y con sus impecables versiones de “No me platiques más”, “Contigo a la distancia” y “Te extraño” demostró que podía conquistar a unas cuantas generaciones.
Para que no quedaran dudas, en el videoclip de “No sé tú”, el hitazo de Romance, dejaba de lado el look de 20 años
para mostrarse por primera vez con el smoking que se volvería insignia de su imagen pública. Con ese álbum se sacó chapa de crooner y hasta se ganó el respeto de Frank Sinatra, quien lo invitó a ser parte de Duets II
—el último proyecto en vida del estadounidense—, para cantar “Come Fly With Me”.
Romance, además de revalorizar el bolero, tiene la virtud de actualizarlo. “Inolvidable” es el ejemplo perfecto de esa intención: Luis Miguel está arropado por la elegancia de un arreglo de cuerdas que se fusiona con una guitarra, un bajo, un coro femenino y un saxo repleto de swing que invita al baile despreocupado. ¡Y eso que es un tema de 1944!
Con México en la piel ,de 2004, traslada la intención de Romance al mariachi y la ranchera. Versionó 12 clásicos como “Échame a mí la culpa”, “Que seas feliz” y “Un mundo raro” para darle forma a un álbum que celebra una parte de sus raíces musicales. “México, te llevo en la piel”, celebra en “El viajero”, que abre el disco.
Es en esa faceta donde la voz de Luis Miguel suena más alegre y efusivo, tal como lo demostró en el Centenario cuando se acompañó de 15 mariachis para cantar “La bikina” y “La media vuelta”. Es un algarabía sumamente contagiosa.
La colección Luis Miguel Inolvidable resume tres facetas clave de su obra, y nada mejor que escucharlo en vinilo.
Los álbumes “20 años”, “Romance” y “México en la piel” saldrán el lunes 15.
Cada vinilo costará $ 990 e incluirá un libro con fotos y la historia del disco.