Piden anular fallo a favor de represores
Fiscal quiere anuar decisión de la Suprema Corte.
Una fiscal argentina reclamó ayer a la Justicia declarar inconstitucional el fallo de la Corte Suprema que permite reducir las penas de cárcel a cientos de acusados por crímenes de lesa humanidad en la dictadura (1976-1983).
Al no haber antecedentes, se desconoce qué vía legal seguirá el pedido de la fiscal ante un juzgado. La Corte Suprema es el órgano que vela por la constitucionalidad o no de una norma. La fiscal que se convirtió en la primera funcionaria en desafiar el dictamen de tres de los cinco jueces del máximo tribunal es Ángeles Ramos, titular de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad y la Unidad Especializada en casos de Apropiación de Niños y Niñas.
La decisión de la Corte levantó una ola de indignación y rechazo en los organismos defensores de derechos humanos, incluidos Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, en partidos de oposición y las centrales obreras.En su campaña electoral, Macri había dicho que los derechos humanos son “un ‘curro’ [negocio espurio]”. Fue acusado de “negacionista” por rehusarse a confirmar que hubo 30.000 desaparecidos, como sostienen los organismos humanitarios. Hay más de 1.000 condenados por delitos de lesa humanidad y otro millar bajo proceso. Unos 750 podrían ser beneficiados.
En la campaña contra el fallo que emprendieron, entre otros, las Abuelas, su titular, Estela de Carlotto, y nietos recuperados de la apropiación de bebés durante la dictadura, se reunieron el viernes con el cantante británico Sting, quien les dio su apoyo. Sting se fotografió con las Abuelas mientras sostenía un cartel con la leyenda “Nunca más impunidad”. El músico está en Buenos Aires para un show.
Hace 29 años fue uno de los animadores del festival de Amnistía Internacional, ante una multitud en el estadio Monumental de River en apoyo al reclamo de“cárcel a los genocidas de la dictadura”. Abuelas ha recuperado a 122 de unos 500 hijos de prisioneros políticos, en su mayoría nacidos en cautiverio, apropiados por militares y policías. Los niños fueron entregados a familias sustitutas y se les ocultó su identidad.