Hambruna en Sudán del Sur
La hambruna en Sudán del Sur puede convertirse en una catástrofe humanitaria si la comunidad internacional no se moviliza, advirtieron distintas ONG en el Foro Económico Mundial sobre África.
Esta crisis alimentaria, propagada por todo el Cuerno de África, constituye uno de los principales temas de debate entre los responsables económicos y políticos del continente, reunidos desde el miércoles en la ciudad sudafricana de Durban, a orillas del océano Índico.
La presidenta de Stop Hunger Now, Sarai Khan, lamentó la poca ayuda internacional enviada a Sudán del Sur. "Es siniestro. Ya vivieron una sequía importante en 2012 y parece que nunca se han recuperado del todo", declara Khan. "Ahora es la segunda, y las ONG y los Gobiernos dudan en hacer lo necesario", continúa. "Si no se hace nada, vamos a acabar el año con seis millones de muertos", afirma.
La ONU, menos alarmista, estima en más de 100.000 el número de personas directamente afectadas por la hambruna y en un millón los sursudaneses que podrían estarlo.
Esta situación, añadió recientemente Naciones Unidas, es la consecuencia de la guerra civil que arrasa al país más joven del mundo desde finales de 2013, dos años después de independizarse de Sudán.
La contienda se debe a las rivalidades políticas y étnicas entre el presidente, Salva
Kiir, y su exvicepresidente, Riek Machar. La ONU calcula que hacen falta
1.500 millones de euros para evitar muchas muertes en Sudán del Sur. A día de hoy, se ha recaudado alrededor del 26% de este monto.
"Las necesidades son enormes, el déficit de ayuda, también", declara a la AFP la directora ejecutiva de Oxfam, Winnie Byanyima. "Hay que colmarlo urgentemente", insiste, porque "cuando alguien se muere de hambre, es un fracaso porque es posible impedirlo actuando rápidamente".