“La década ganada”
El mandatario saliente de
Ecuador, Rafael Correa, dedicó su última conferencia en el exterior a defender la transformación de su país bajo el socialismo del siglo XXI, en crisis en Venezuela, en un acto académico ayer en Cuba.
Correa, de 54 años, dejará la presidencia que ejerció durante diez años en manos de su exvicepresidente, Lenín Moreno. Durante una conferencia en la Universidad de La Habana, que lo distinguió con un Honoris Causa, el presidente ecuatoriano defendió su gestión como "la década ganada", tras la profunda crisis política que antecedió su llegada al poder, con siete presidentes en diez años.
"El modelo del siglo XXI (...) ha tenido más éxito también en eficiencia, con éxitos notables en distribución" de riqueza, dijo el mandatario en su charla, de más de hora y media, frente a autoridades de la isla, como el vicepresidente, Miguel DíazCanel.
Correa destacó uno a uno los logros económicos y sociales de su gestión bajo el modelo que hizo crisis en Venezuela y que abrazó Evo Morales en Bolivia. Correa, que alentó la integración regional antes de la debacle de la izquierda en Argentina y Brasil, elogió la gestión de Morales pero evitó referirse a la severa crisis política y económica en Venezuela, más allá de criticar a la oposición, que acorrala al presidente Nicolás Maduro con protestas que dejaron 36 muertos en el último mes.
"Ahora la izquierda en la región es absoluta minoría (...) Las condiciones son más adversas que hace unos años. Hay que retomar, recuperar el espacio perdido", declaró ante una pregunta. Muy criticado por un sector de la prensa ecuatoriana, que lo tilda de autoritario, Correa señaló que siempre gobernó para reducir la inequidad social y en defensa de los más desfavorecidos, sin comprometer el crecimiento económico. "Para efectos comparativos entre 2006 y 2014 -solo tenemos estadísticas por pobreza/consumo- esta se redujo del 38,3% al 25,8%", apuntó. En ese sentido, destacó que pudo liberar importantes recursos para la inversión pública gracias a medidas como la recompra de deuda externa, la renegociación de contratos petroleros y una mayor eficiencia en la recaudación tributaria.