Clásico, goles solidarios, Rampla, el “Ronco”
Sus enfrentamientos configuran uno de los principales atractivos en el marco de la competencia del deporte más popular en nuestro país. Desde sus comienzos, los clásicos protagonizados por Rampla y Cerro continúan siendo los de mayor convocatoria,superada únicamente por el superclásico de Nacional y Peñarol, instituciones que cuentan con una adhesión abrumadoramente mayoritaria entre la población. En los últimos veinticinco años, las estadísticas demuestran, en forma concluyente, que la suma de las entradas vendidas en los clásicos de la Villa en este período, supera por varios miles las colocadas en cualquier partido entre los otros equipos de primera división, con la excepción del superclásico. Goles solidarios El martes 3 de junio de 1969, a iniciativa de los jugadores Luis Ubiña, Juan Martín Mugica y Juan Carlos Paz, Rampla Juniors y Cerro se unieron para jugar en el Parque“Federico Saroldi”un partido amistoso, cuya recaudación fue destinada a los obreros de la industria frigorífica, quienes desde hacía varias semanas estaban en conflicto y habían iniciado una huelga general en defensa de sus conquistas económicas y sociales. En esa ocasión, dos combinados con jugadores albicelestes y rojiverdes, se enfrentaron a dos formaciones de la selección uruguaya que el domingo siguiente, en encuentro amistoso, jugaría contra Inglaterra –entonces Campeón del Mundo– en el Estadio Centenario. En el preliminar el combinado de la Villa estuvo integrado por la defensa de Cerro y el ataque de Rampla. El partido finalizó empatado 2 a 2. En el partido de fondo el combinado de la Villa estuvo conformado por la defensa de Rampla y el avance de Cerro. La Selección de Uruguay ganó 3 a 1. Los goles de losseleccionados fueron convertidos por Pedro Virgilio Rocha, Julio César Morales y Héctor Silva. Por el combinado de la Villa del Cerro convirtió Antonio Davezac. Con esta convocatoria en apoyo a los trabajadores de los frigoríficos en huelga, el pueblo uruguayo demostró que el espíritu fraternal y solidario siempre deberá prevalecer sobre la rivalidad surgida en cualquier confrontación en el plano deportivo. Eso lo demostraron con grandeza los profesionales celestes, rojiverdes y albicelestes.Y la gente que apoyó en la compra de bonos solidarios. Rechazo e indignación A raíz de los graves hechos ocurridos en el clásico entresemana, en tercera división, la Comisión Directiva de Rampla Juniors Football Club emitió un comunicado oficial. Allí expresó “su más enérgico repudio ante la agresión sufrida por sucuerpo técnico de primera división, encabezado por el Sr. Luis“Ronco”López y su ayudante, Sr. Omar Pérez” que tuvo “como consecuencia un herido de bala por la espalda, el Sr. Miguel Servetti, padre de dos jugadores de nuestro plantel,durante el transcurso del partido de tercera división frente al Club Atlético Cerro en el Complejo Bauzá. Estas lamentables situaciones, repetidas periódicamente, no solamente causan una profunda indignación, sino que demuestran con crudeza cuán lejos estamos de aquellos ejemplos de otras épocas. El fútbol, en su máxima expresión lúdica, parece estar en bancarrota. En un tobogán que se empeña en no dejar oportunidad de subirlo. Hace unos años, investigadores de Universidades de Europa, EE.UU. y Canadá, analizaron en París el tema “Futbolización de la Sociedad”. Uno de los expositores, el profesor Christian Bromberg, expresó que “el fútbol es un condensador de la sociedad.Tiene que ver con los problemas de identidad comunitaria, con la relación entre hombres y mujeres, es un concentrador de emociones, alegría, angustia, revuelta, injusticia y trampa”. Contundente, más allá de inmutables definiciones. Hace cuatro años …Mano a mano con Luis“Ronco”López ¿Qué sensación tuviste cuando la Comisión Directiva te convocó para volver a dirigir a Rampla? Experimenté una combinación de sentimientos muy fuertes e intransferibles, en los planos afectivo y profesional. En primer lugar, alegría por el retorno a Rampla Juniors, institución de la que conservo gratos recuerdos con motivo de mi anterior pasaje con los rojiverdes. Aquel equipo de Rampla con un cuerpo técnico totalmente diferente al de hoy, pero con la cabeza del grupo que es la misma y con mayor experiencia para nuevos emprendimientos. En segundo término, el reconocimiento por la posibilidad de volver a dirigir precisamente a Rampla, después de algunos años sin ejercer como técnico. Satisfacción por un lado y, por otro, un gran desafío para mi carrera profesional. ¿Cómo ha sido el reencuentro con la parcialidad picapiedra? Cada día que pasa y cada jornada que estoy en el club, la gente me hace llegar mensajes de texto apoyándome en mi trabajo. También hay personas que se acercan a saludarme por la calle deseándome éxito. Estoy contento por el afecto que recibo a diario, porque en mi vida futbolística llevo a Rampla en un lugar preferencial de mi corazón. ¿Cómo encontraste al plantel cuando asumiste con DT? Lo encontré con muchas ganas, con disposición técnico-táctica y disciplinaria con vistas a revertir la comprometida situación deportiva. Hemos acordado algunas bajas. No se trata de buscar culpables, sino de encontrar soluciones. Los jugadores que se quedaron entendieron nuestro mensaje. Hay un clima de recíproco respeto en un plantel conformado en su mayoría por muchos jugadores aún muy jóvenes. En la concentración, en el campo de juego y en el vestuario. Todo esto suma y me llena de orgullo, porque como el zorro viejo no hemos perdido“el ojo”. ¿Qué características pueden observarse en el trabajo de este plantel? Tengo muy presente que en la primera oportunidad que fuimos recibidos por la actual Comisión Directiva, coincidimos con relación a ciertos aspectos que todos consideramos innegociables: es decisiva la concentración y las ganas de los jugadores en los entrenamientos. Esa actitud representa el“plus”necesario para lograr los objetivos que nos trazamos. Después de las prácticas, me voy conforme porque veo el entusiasmo de los jugadores aplicados a su trabajo. Una de tus ideas es subir a jugadores de las divisiones juveniles para que tengan ocasión de alternar en el plantel superior. ¿Cómo se viene desarrollando este trabajo de previa selección y posterior inclusión? Entre los ascendidos hay juveniles que tienen karma, esa fuerza espiritual de los jugadores iniciados en el club que es muy importante. A vía de ejemplo, Matías Rigoleto, quien empezó en las divisionales infantiles de Rampla y que, como los otros jóvenes promovidos, tienen muchas ganas de superarse y defender a su cuadro. Sabemos que tu idea es combinar fútbol técnico con agresividad leal. En ese sentido, ¿qué reflexión trasladarías al plantel y a los hinchas a solo dos semanas de la reanudación del campeonato? Hace pocos días un ramplense me envió un mensaje de texto. Ahí me recordó que en un pasaje del tango “Viejo Rampla”, que se irradia en el Estadio Olímpico cuando el equipo sale al campo de juego, dice “siempre han sido sus leones, corazones de titán, porque Rampla a sus campeones, le dio sangre y calidad”. Por eso quiero un equipo con leones que sacudan la melena. Pero, al mismo tiempo de sacudir la melena, también tienen que jugar al fútbol. Nuestra impronta de juego, nuestra filosofía, es jugar con ganas, principio innegociable, y amalgamar fútbol atildado y agresivo, en el mejor sentido de la palabra. Cada pelota dividida, pelearla como si fuera la última. Como las gotas de sudor se secan, pero la vida continúa, no perdamos jamás el corazón de la motivación que es el alma. Al mismo tiempo, quiero pedirle a la hinchada que aliente a los jugadores. Unidos, espalda con espalda, lograremos nuestro principal objetivo: Rampla en Primera de acuerdo a su rica historia. Una consideración final. El domingopasado, “Día de la Madre”, Rampla Juniors venció 2 a 1 Cerro en el Estadio “Luis Tróccoli”. Victoria clásica “Picapiedra”, apoyada en la magnífica entrega de los jugadores en el campo de juego, en la impronta motivadora del“Ronco” López, en el sacrificio de sus dirigentes, presididos por Juan Castillo, y en su consecuente hinchada. Esta victoria nos lleva a volver la mirada a dos ganadores clásicos sin ninguna derrota. Ambos, protagonistas de páginas inolvidables. Antes, Juan Carlos Borteiro, un hombre de la casa. Primero como jugador, con un empate 1 a 1 en 1961 en el Parque Nelson y una victoria 2 a 0 en el Parque Central en 1962. Como DT ganó los dos clásicos que dirigió: 3 a 1 en el “Tróccoli” en 1995 y después 2 a 1 en el Estadio Centenario en 2005. En la última década, Luis “Ronco” López es la figura. Dirigió tres partidos. Empató 1 a 1 en 2007 en el Parque Central y ganó por dos veces en el“EstadioTróccoli”: 1 a 0 en 2008 y, el reciente domingo, 2 a 1.