La Republica (Uruguay)

El gol de Luis Suárez no alcanzó para ser campeón

El “Pistolero” marcó 29 goles en 35 partidos de liga y fue el máximo asistidor.

- Enzo Olivera DESDE BARCELONA ESPECIAL PARA TRIBUNA

Displicenc­ia. Palabra que se repitió una y otra vez en los micrófonos de las transmisio­nes radiales en la zona de prensa de las emisoras catalanas. Claro, esa fue la sensación en los hinchas culés desde el minuto 7 con el temprano gol de Inui. De zurda -el volante vasco- aprovechó una desatenció­n defensiva del Barça y coló un remate que Ter Stegen sólo siguió con la mirada. Ajustado al travesaño.

Displicenc­ia. Seguían comentando los relatores radiales. Porque el equipo no despertaba, no sólo en la línea defensiva, porque entre Marlon y Umtiti perdieron varios mano a mano ante el atacante Kike. Mientras, Luis Suárez, erraba un gol cantado. Cara a cara con Yoel. El ‘9’ quiso definir de borde externo, al segundo palo. Pero la pelota se le fue ancha en el minuto 8.

Luego en el minuto 14 el juez Hernández Hernández le anuló un gol. Luis estaba off-side. Bien cobrado. No le salía una al salteño. Nada. Menos al minuto 36, cuando tuvo otra revancha que tampoco pudo cobrar ante Yoel. Displicenc­ia. Que no sólo mostró el Barça en cancha, sino también los hinchas culés ne las gradas del Camp Nou. Parecía que los goles del Real Madrid… de Ronaldo, Benzemá y compañía les quitaran la fé.Y si. Le estaban arrebatand­o no sólo la fé, también, La Liga.

Displicenc­ia. Seguía ese mismo tranco cansino, lento. No despertaba el Barça. Eso lo aprovechó otra vez Inui, quien clavó otro zurdazo al primer palo del alemán. Era el 0-2. Los de Luis Enrique no hacían la tarea, mientras en La Rosaleda, los de Zidane comenzaban a sonreír ante Fede Ricca, Chory Castro y Michael Santos.

Pero el Barça despertó, no por la hinchada silente.Tampoco por un Luis Enrique con sentimient­os encontrado­s. Sino por un amor propio de equipo grande. De la mano de Messi, el Barcelona pudo maquillar una función que desde el inicio se vio arruinada porque el actor principal no era blaugrana, sino merengue. Y después de errar un gol cantado, sólos, entre los dos rioplatens­es vino de regalo un autogol de Juncà a los 64.Luego Suárez puso el 3-2, con el puntín, en la línea de cal a los 72. El ‘10’ marcó a los 76 y repitió a los 93 tras haber frustrado un penal."No hay duda de que el matrimonio Messi-Barça va a seguir", cerró Luis Enrique y agregó frío: “El Madridganó y nada que decir: felicitarl­es".

Los 29 de Luis

A pesar de marcar su gol. No fue la noche de un Luis que se vio desconcent­rado. Pero aunque hubiera marcado todo lo que no pudo, no habría pasado nada y el Madrid era campeón de todas formas. La Liga de Luis Suárez se sintetiza en 2.866 minutos en cancha y 99 tiros al arco. Con lo que lo destaca, el gol. El ex Nacional llegó a 29 tantos en 35 juegos y se quedó con el segundo lugar de la tabla de Pichichi detrás de los 37 de Lionel Messi. Tercero fue Cristiano Ronaldo con 25 y cuarto el gallego del Celta, Iago Aspas, con 19. Suárez, que levantó el título de goleador la temporada pasada, le entrega el rótulo a su amigo Lionel, que no lograba el título personal desde 2013. Además, el goleador de la selección, por segundo año consecutiv­o es el mayor asistidor con 13 pases.

Por siempre uno de nosotros

En catalán: “Per sempre un delsnostre­s”. En una pancarta gigante en la tribuna frente a la preferenci­al.Así despidió la hinchada culé a Luis Enrique en su último duelo sentado en la banca del Camp Nou. Ese lugar, en donde el técnico asturiano de 47 años, festejó en 2015 y 2016, dos Ligas, dos Copas del Rey, una

Super Copa de España, la Champions League, la Super Copa de Europa y el Mundial de Clubes. Además de premios individual­es como el Mejor Entrenador del Mundo por FIFA, y el mismo premio entregado por la Federación Internacio­nal de Estadístic­a y La Liga. Dos años llenos de éxitos y una vorágine de emociones que lo llevaron a guardar energías para otros desafíos. Se cansó. Se le veía agotado en el último tiempo. Muy diferente al que mostraba esa pancarta. Con el recordado número ‘21’ en sus espalda. Luis se cansó. No encontró cómo volver a convencer al plantel. Y… renunció. Pero antes: "Nos centramos en ganar la Copa del Rey ante el Alavés que es uno de los equipos revelación de la temporada". Será este próximo sábado 27 en el Vicente Calderón, no estará Luis Suárez, suspendido por una expulsión. Último duelo oficial del DT.Así cerró la noche el presidente del Barça Josep María Bartomeu:“El lunes 29 comunicare­mos el nombre del nuevo entrenador”.

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