Identificarán a argentinos caídos en las Malvinas
A 35 años de la guerra se comienza la justa tarea.
El próximo 19 de junio comenzarán las tareas de exhumación e identificación de los cuerpos de los caídos en la guerra de Malvinas, cuyos restos yacen en el cementerio de Darwin. Luego de décadas, los soldados argentinos "solo conocidos por Dios" podrán reencontrarse con su identidad y esas familias colocarán, finalmente, un nombre entre las cruces blancas anónimas.
Tras varios meses de reuniones con los familiares de los caídos, se logró obtener las muestras de ADN y los datos antemortem (características físicas) necesarios para emprender el cotejo. Este mes, un grupo de doce forenses y expertos, coordinados por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), se instalarán en las islas hasta agosto para exhumar los cuerpos y tomar las muestras genéticas. De 123 tumbas, se consiguió contactar a 95 familias. Dentro del equipo forense, constituido por personal de la CICR, habrá dos expertos británicos y dos argentinos. Se trata de Luis Fondebrider y Mercedes Salado, representantes nacionales que, si bien están contratados por el organismo internacional, son miembros del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
La misión está a cargo de Laurent Corbaz, con vasta experiencia en la identificación de restos de conflictos armados, y quien detalló ayer las actividades que se desarrollarán. Lo acompañaron en el diálogo con la prensa el jefe de la delegación regional del organismo, Lorenzo Caraffi, y el responsable de la misión en Buenos Aires, Diego Rojas Coronel.
Durante los más de dos meses que durará el trabajo en el cementerio de Darwin, el área estará absolutamente restringida. Se abrirán entre una y tres tumbas por día -dependiendo de las condiciones climáticas- para extraer las muestras. Los cuerpos serán puestos en féretros antes de volver a su lugar. Actualmente, yacen envueltos en tres capas de bolsas mortuorias. Fueron colocados de esa manera por el oficial británico Geoffrey Cardozo, quien, tras el conflicto, desenterró a los soldados argentinos de las tumbas de combate y les dio la sepultura más digna que pudo en ese momento.
A pesar de que el equipo que viaja es de los mejores en su campo, procuran ser cuidadosos con el éxito y alcance de la operación. "No sabemos si vamos a poder identificar al 100% de las personas. Hay que ver con qué nos encontramos en el lugar", explicó Corbaz. Según destacó el jefe de la misión cabe la posibilidad de que, incluso, por las condiciones del suelo y el frío del lugar, algunos soldados aún conserven sus huellas dactilares, facilitando la identificación.