Custodia policial para juez y fiscal amenazados
Tres marcharon a la cárcel; uno por homicidio muy especialmente agravado en grado de tentativa
El fiscal Gustavo Zubía y el juez penal de 5º Turno José María Gómez fueron amenazados de muerte por familiares de uno de los detenidos por encubrimiento en el caso de vicariato contra el abogado Gustavo Bordes. Según supo Subrayado los magistrados fueron amenazados a través de un audio. El juez Gómez determinó el pasado viernes 2 de junio el procesamiento con prisión del hombre de 33 años, apodado “Chucky”, que gatilló un arma en la cabeza del abogado Gustavo Bordes, por homicidio muy especialmente agravado en grado de tentativa, en concurrencia con un delito de privación de libertad y de hurto.
Por este mismo caso fueron indagadas cuatro personas allegadas al sicario, de las cuales dos resultaron procesadas con prisión por encubrimiento.
Estas personas fueron detenidas en allanamientos llevados a cabo por la Policía en Montevideo durante la noche del jueves.
Familiares de uno de estos son los que ahora amenazan de muerte a los magistrados que llevaron el caso adelante. El presidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Chediak, dijo a Subrayado que la Suprema Corte está disponible para dar a los jueces y fiscales la custodia que ellos requieran y entiendan “que amerite la situación concreta”, y que responden a pedido de los magistrados porque prefieren no imponer un nivel de custodia que sea intrusiva para su vida privada.
“Darle un susto”
El sicario reconoció ante la justicia que había recibido la paga de $ 50.000 a cambio de “darle un susto” al abogado Bordes, aunque no declaró quién le hizo el encargo ni por qué motivo.
El magistrado actuante da cuenta de toda la operativa que describió el agresor acerca de cómo le pagaron y qué cantidad recibió finalmente. “G.R. reconoció que concurrió al estudio jurídico del Dr. G.B. por encargo de un desconocido, refiriendo que el jueves o viernes (19 ó 20 de mayo) antes del hecho, le dejaron un sobre amarillo que decía “Para G. el Chucky” conteniendo una nota en la que le proponían “asustar” a un profesional. La persona, desconocida para el perpetrador, le ofreció la suma de $ 50.000 pagaderos mitad al aceptar el cometido y el saldo una vez cumplido. Para cerciorarse de la aceptación R. debía dejar el sobre debajo de una piedra cercana al contador de luz de la vivienda de calle Copérnico XXXX donde residía. Así procedió y dos días después -el domingo recibió en horas de la mañana otro sobre que dejaron por debajo de la puerta, en el que adjuntaban todos los datos del profesional, su fotografía, una dirección que no estaba actualizada y la suma de $ 25.000. El indiciado admitió su concurrencia al estudio del Dr. B. los días 23 y 24 de mayo de 2017.
La última vez, con el disfraz de mujer, se dirigió en un taxi que abordó a la vuelta del Casino del Parque Rodó. Respecto del arma utilizada señaló que se trataba de un símil de juguete, parecido a un revólver calibre 22, adquirido en “un cante”, donde también había conseguido la peluca rubia. Reconoció ante el Tribunal que apretó el gatillo del arma cuando apuntaba hacia el pecho de B. y como forma de eludir el reproche agregó “pero obvio que no iba a salir -el disparoporque el arma era de juguete”.