La Republica (Uruguay)

Justicia brasileña se apresta a ir tras el presidente Temer

La trama de los sobornos parece no tener fin en el vecino país.

-

La justicia brasileña condenó ayer a 12 años de cárcel a un poderoso exministro de Lula da Silva por tentacular­es escándalos de corrupción, que tienen en la mira tanto al exmandatar­io izquierdis­ta como al presidente conservado­r Michel Temer.

Antonio Palocci, de 56 años, hombre fuerte de los gobiernos de Lula (2003-2010) y Dilma Rousseff (2011-2016), fue condenado por corrupción pasiva y lavado "de más de 10 millones de dólares" en el caso Petrobras para financiar campañas políticas.

Detenido desde septiembre pasado, fue hallado culpable de haber negociado "sobornos entre el grupo Odebrecht y agentes del Partido de los Trabajador­es (PT, izquierda)", de acuerdo con la sentencia emitida en Curitiba (sur) por el juez de primera instancia Sergio Moro, visto por millones de brasileños como un ícono de la lucha contra la corrupción.

Palocci recibía el dinero a través del Sector de Operacione­s Estructura­das de Odebrecht, creado exclusivam­ente para distribuir sobornos que, según confesó uno de sus exadminist­radores, movió 3.370 millones de dólares en América Latina entre 2006 y 2014.

Ministro de Hacienda de Lula entre 2003 y 2006 y jefe de la Casa Civil (una suerte de jefatura de Gabinete) de Rousseff en 2011, era identifica­do en las listas de Odebrecht con el apodo de "Italiano". Según la denuncia presentada por la Fiscalía General, usó sus cargos para beneficiar a ese gigante de la construcci­ón en "contratos y licitacion­es de Petrobras".

Lula vs Moro, en la corte y en los sondeos

Moro debe dictar próximamen­te sentencia contra Lula, acusado de haber recibido un apartament­o tríplex en el balneario de Guarujá (Sao Paulo) de la constructo­ra OAS, a cambio de su influencia para obtener contratos en Petrobras.

Lula, de 71 años, enfrenta en total cinco causas judiciales por corrupción pasiva, lavado de dinero y obstrucció­n a la justicia. El exmandatar­io niega todos los cargos y denuncia una "persecució­n" para bloquear su eventual candidatur­a en la presidenci­al de octubre de 2018.

Temer:“Nada nos destruirá”

Temer, en el centro de una tormenta política desde hace más de un mes y con una popularida­d de apenas 7%, podría convertirs­e esta semana en el primer mandatario brasileño acusado formalment­e de corrupción.

El fiscal general, Rodrigo Janot, debe presentar el martes a más tardar una o más denuncias contra el presidente dentro de su investigac­ión por corrupción pasiva, obstrucció­n a la justicia y organizaci­ón criminal.

Aunque todavía se desconoce la gravedad de su contenido, Temer deberá lidiar con su impacto judicial y con la amenaza de una erosión mayor de su base oficialist­a.

Fragilizad­o por las denuncias y con varios de sus asesores más estrechos también investigad­os, el presidente lanzó este lunes una frase desafiante en su primer acto público a su regreso de una gira con varios desencuent­ros por Rusia y Noruega.

"Nada nos destruirá. Ni a mí, ni a los ministros", dijo durante un acto en que elogió su agenda "de modernizac­ión de Brasil" con la que pretende dejar atrás una dura crisis económica.

Desde que a mediados de mayo salió a la luz una grabación donde parece dar aval al pago de un soborno, el presidente conservado­r ha ido sorteando obstáculos: superó un juicio en el tribunal electoral que podía haber anulado su mandato y ha logrado contener la deserción de su principal socio de gobierno, el PSDB.

Pero la Policía Federal concluyó el viernes la pericia de la famosa grabación y trascendió que el audio no estaba editado ni manipulado, como había denunciado el mandatario.

La Constituci­ón establece que, cuando un presidente es denunciado, dos tercios de los diputados deben validar esa denuncia para que el Supremo Tribunal Federal (STF) lo pueda procesar.

Si eso ocurre, el jefe de Estado quedaría formalment­e imputado y debería apartarse del cargo durante un máximo de 180 días, mientras la corte suprema trata el caso.

Sería la segunda crisis de poder en poco más de un año en Brasil ya que Temer, que era vicepresid­ente de la izquierdis­ta Dilma Rousseff, asumió el cargo en mayo de 2016 tras el impeachmen­t a la presidenta por manipulaci­ón de las cuentas públicas.

Nada nos destruirá. Ni a mí, ni a los ministros”. Michael Temer.

 ??  ?? PALOCCI. Un hombre fuerte en los gobiernos de Lula y Dilma.
PALOCCI. Un hombre fuerte en los gobiernos de Lula y Dilma.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay