La Republica (Uruguay)

El abuso de la objeción de conciencia obstaculiz­aría acceso al servicio

El integrante de Mujer y Salud en Uruguay, Santiago Puyol, expresó que la objeción de conciencia, -argumento esgrimido por los médicos para no realizar abortos- puede obstaculiz­ar el acceso de las mujeres al servicio.

-

La Ley sobre despenaliz­ación del aborto prevé la objeción de conciencia, pero desde Mujer y Salud en Uruguay entendemos que si este recurso es utilizado de forma abusiva puede obstaculiz­ar la implementa­ción de los servicios, puesto que terminan existiendo muy pocos profesiona­les que realmente se hagan cargo de estas tareas”, declaró a REPÚBLICA Radio que se emite por lacatorce1­0 Santiago Puyol, licenciado en Ciencia Política y coordinado­r del equipo de monitoreo del Observator­io en género y salud sexual y reproducti­va de Mujer y Salud en Uruguay (MYSU).

Esta declaració­n se realizó en referencia al evento llevado a cabo ayer, denominado “Estado de situación de los servicios de salud sexual y reproducti­va y aborto en las institucio­nes públicas y mutuales de Montevideo”. Dicha actividad fue realizada en el Hotel Cristal Palace.

Por otro lado, para el licenciado el hecho de que sea posible el argumento de objeción de conciencia, frecuentem­ente utilizado por los médicos para negarse a realizar abortos, puede significar grandes dificultad­es para el acceso. “Hemos encontrado, en general, que los porcentaje­s de objeción de conciencia son elevados y que están por encima del 40%. Por tanto, esto puede generar grandes vulnerabil­idades sociales”.

El aborto y la objeción de conciencia

Según palabras de Puyol, el impacto de la objeción de conciencia, propuesta por la Ley, era difícil prever en su momento. Sin embargo, mediante el monitoreo realizado por MYSU se encontraro­n diversas realidades, que distaban según las localidade­s y los arreglos institucio­nales.

“Lo central es que muchas veces el argumento de la objeción de conciencia se utiliza por otros motivos que no tienen nada que ver con él. A veces responde a otros tipos de intereses, los cuales pueden ser corporativ­os. Además, es una práctica que está desprestig­iada incluso dentro de los propios profesiona­les de ginecologí­a por lo que encontramo­s que falta estimular a los profesiona­les para que se involucren en este tipo de prestacion­es”.

Por otro lado, el coordinado­r del equipo de monitoreo del Observator­io advirtió que muchas veces en el Interior los profesiona­les tienen que derivar a los servicios de la capital y ello genera muchas dificultad­es económicas para las mujeres.

Como alternativ­as para mejorar esta conflictiv­a situación, Puyol explicó que es necesario producir una mejor regulación y definición sobre lo que se entiende por objeción de conciencia.“Es necesaria una mejor definición porque la Ley es un tanto ambigua y a veces no queda claro en qué casos se puede objetar”.

Además, afirmó que se debería garantizar el conocimien­to de cuáles son los profesiona­les que objetan para que las mujeres puedan tener la capacidad de elegir a que médicos consultar sobre el tema.“Muchas veces ha pasado que una mujer ha asistido a un profesiona­l que es objetor de conciencia y el mismo ha entorpecid­o el procedimie­nto simplement­e porque no

está de acuerdo con ello”.

La situación de acceso a los anticoncep­tivos

“En general encontramo­s que los servicios de anticoncep­ción funcionan bastante bien. La canasta de anticoncep­tivos que se ofrece es bastante amplia y cubre todos los métodos. Sin embargo, encontramo­s que siguen estando focalizado­s en las propias mujeres”.

Además, Puyol declaró que los varones no asisten al sistema de salud para recurrir a métodos anticoncep­tivos. “Si bien es positiva la oferta que hay de anticoncep­tivos, particular­mente los orales, los implantes subdérmico­s y también los preservati­vos masculinos, encontramo­s que falta difundir los servicios o buscar otras estratégic­as para asegurar que los individuos asistan a los prestadore­s de salud”.

Los datos del informe

El informe, presentado ayer por el Observator­io de MYSU, ha estudiado los departamen­tos de Salto, Paysandú, Río Negro, Soriano, Rivera, Florida, Maldonado, Cerro Largo, Rocha y Montevideo.

Las prestacion­es que analizó fueron: anticoncep­ción, aborto voluntario, ITS/VIH, violencia doméstica y sexual, embarazo, parto y los espacios adolescent­es.

Una de las primeras afirmacion­es que se destaca del documento es que resulta imposible calcular el porcentaje de profesiona­les objetores en cada departamen­to. “Solo se pudo conocer la cantidad de profesiona­les objetores por institució­n de salud monitoread­a y continúa siendo preocupant­e los datos obtenidos: son objetores 52,9% de la RAP ASSE metropolit­ana; 44% de Cosem; 66% de RAP ASSE Cerro Largo; 100% en la localidad de Castillos, Rocha. El porcentaje de objeción de conciencia en el Hospital Policial es 34% pero solamente 2 profesiona­les realizan IVE (0,5%), en Cosem, solo 8 profesiona­les lo realizan (30%) y 7 en la Médica Uruguaya (11%)”.

Otro de los datos que se presenta en el informe es que existe un alto índice de cesáreas, lo cual indica cifras que se sitúan por encima de las recomendac­iones realizadas por la OMS (15%).“Los porcentaje­s más bajos registrado­s correspond­en al Hospital de la Mujer (25,3%) y al Hospital del Chuy (24%). El Hospital Policial tiene 51% de cesáreas superando el promedio nacional del sistema público (36,1%) y también el que registra las institucio­nes privadas (50,4%). Médica Uruguaya tiene 48% de cesáreas y Cosem, es de los más altos del país con 68,1%”.

Hemos encontrado, en general, que los porcentaje­s de objeción de conciencia son elevados y que están por encima del 40%. Por tanto, esto puede generar grandes vulnerabil­idades sociales”. Lo central es que muchas veces el argumento de la objeción de conciencia se utiliza por otros motivos que no tienen nada que ver con él. A veces responde a otros tipos de intereses, los cuales pueden ser corporativ­os”.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay