Se trata de un medicamento no registrado EL PROBLEMÁTICO ACCESO AL CANNABIS MEDICINAL
Según numerosos actores, el problema de la marihuana medicinal no sólo radica en la falta de su implementación, sino que su acceso generalmente es ilegal, debido a que los consumidores habituales no tramitan el formulario del Ministerio de Salud y compran, en el mercado internacional, sustancias que no están avaladas por su calidad.
“Desde antes de la Ley, la gente tiene acceso al cannabis medicinal. Pero tenemos que preguntarnos si dicho acceso es bueno y cómo ha cambiado desde que la normativa entró en vigencia”, declaró la doctora Galzerano con respecto a este tema. ilegal, en el cual no hay seguridad. La especialista declaró que algunos artículos no estaban compuestos por cannabis o que presentaban menores concentraciones de que las que prometían.
Incluso afirmó que, en algunas ocasiones, pudo detectar rastros de pesticidas. Por su parte, la doctora Galzerano explicó que hay dos laboratorios que están en contacto con Uruguay, uno es de Estados Unidos y otro de Alemania. “Ellos traen productos y los médicos elegimos cual es el más conveniente. Sin embargo, ¿cuáles son las dificultades?”, se preguntó. Galzerano entiende que cuando se produce una importación, existe un acceso pero este no es suficiente: no es para todos los ciudadanos. Además, mencionó que cuando se habla de cannabis medicinal, hay muchos requisitos que se deben tener en cuenta. En primer lugar, que los productos no contengan más de 1% de THC. “Este requisito no permite que los productos con más THC puedan salir de los distintos países debido a que está prohibido en la lista de la Convención de Estupefacientes.
A pesar de estos problemas, hemos logrado poder traer productos que se asemejan mucho a lo que queremos y que están indicados”.
Por último, la especialista entiende que el gran problema de este tipo de acceso es económico. “Hemos flexibilizado los trámites pero aún falta mucho más. La importación tiene un alto costo. Es cierto que logramos que la Dirección Técnica, que antes no firmaba las solicitudes de cannabis, lo haga. Pero el costo es suntuoso, es casi insostenible para un trabajador. Un frasco común sale entre 210 y 300 dólares, y su durabilidad varía en función del peso que tenga la persona. Por tanto, no hemos podido bajar el costo económico. La idea es que este producto pueda hacerse en el país para que más gente pueda acceder a un producto de calidad controlada, que no tenga contaminantes y que sea de menor costo”. Según Robaiba, el equipo de Monitor Cannabis está trabajando para generar acciones que contribuyan al conocimiento de la población sobre la situación que existe y las oportunidades que se presentan. El especialista declaró que, junto con la doctora Raquel Peyraube, realizó dos investigaciones, una de las cuales consistió en una encuesta a 95 pacientes. “Dicho número no es representativo de la población pero es suficiente como para poder llegar a algunas conclusiones. En principio, nos dimos cuenta de que hay personas accediendo al cannabis medicinal en condiciones que no son las adecuadas. Y me refiero no solo a los que no acceden de forma legal sino a que no tienen controles de calidad ni procedimientos cuidadosos”.
Según la investigación de Monitor Cannabis, solo el 7% de los pacientes, quienes deben tratarse con marihuana, accede a los productos por la vía legal mientras que el resto, el 93%, debe acudir a los mercados ilegales por medio de internet.
Según Mauricio Coitiño, integrante de la investigación, “Los médicos son personas que tienen opiniones diferentes pero no podemos manejarnos con prejuicios cuando hay personas que están sufriendo”. a pesar de que la encuesta no es representativa, consiste en un primer acercamiento a una realidad invisibilizada. "La Ley aprobada en 2013, que obliga al Estado a asumir un rol de productor de cannabis medicinal, se enfrenta a un sistema pensado para la gran industria farmacéutica, el cual tiene sus intereses y controles", agregó.
Por su parte, Robaina considera que se debe humanizar este problema. “Estamos hablando de personas que tienen un gran sufrimiento, un enorme dolor y enfermedades neurológicas. No podemos olvidarnos de ellas”.
Asimismo, mencionó que otra conclusión a la que arribó el estudio es que las personas han estado buscando información por sus propios medios.
“El 50% nos dijeron que accedieron al cannabis medicinal a través de Internet o por los medios de comunicación.
También nos afirmaron que, al recurrir a los médicos, han recibido, en la mayor parte de las veces, un portazo de indiferencia, de rechazo o de desconocimiento. Por tanto, es cierto lo que dice Galzerano sobre los médicos: son personas que tienen opiniones diferentes, que muchas veces necesitan pensar y tener opiniones basadas en evidencias.
Sin embargo, no podemos manejarnos con prejuicios, porque eso es lo que han heredado con respecto a este tema”.
Por último, para ilustrar este poco acceso, Robaina comparó este hecho con lo que sucede con los medicamentos de alto costo.
“En este caso, las mutualistas o el sistema de salud no prevén el acceso a estas medicinas, ya sea porque tienen patente, lo que los encarece, y el Estado es el que tiene que asumir el costo de los mismas. Con el cannabis medicinal, estamos en una situación similar porque en Uruguay –más allá de que podría haber una mejor voluntad política- no tenemos tan claro cómo hacerlo”.