A 10 años de la reforma sanitaria
A 10 años de la reforma sanitaria, el ministro Jorge Basso destacó el conjunto de prestaciones a las que la población accedió y el aumento de la cobertura, que llegó a 2,5 millones de usuarios. En este nuevo escenario, valoró que no se puede dejar de lado la calidad de la atención, sobre todo vinculada con la seguridad del paciente. Dijo que disponer de sistemas de información permite llevar control de los procesos. El ministro de Salud Pública,
Jorge Basso, junto con la subsecretaria, Cristina Lustemberg, presidieron el acto de cierre de las “Jornadas de Intercambio: A 10 años de iniciada la Reforma Sanitaria. Evaluación y desafíos del Sistema Nacional Integrado de Salud”. El evento se realizó en la sede de la cartera. En este ciclo participaron los distintos actores involucrados. “Identificamos los enormes cambios que tuvo el sistema sanitario en el país. El más evidente es el aumento de la cobertura. Hoy el seguro de salud cubre a más de 2.500.000 personas. Tenemos todo un proceso que permite identificar las prestaciones de carácter obligatorio, es decir, que sí o sí tienen que dar los prestadores en cualquier parte del territorio nacional”, indicó Basso. El jerarca hizo énfasis en los sistemas de información, fundamentales para generar controles y auditorías, lo que consideró una herramienta importante para evaluar la utilización de recursos. “Uno tiene que contar con sistemas de información que permitan ir viendo cómo las buenas prácticas se acompañan además de una buena gestión.
En el sector salud, en todo el mundo las necesidades siempre van por delante de las posibilidades, por lo que hay que ser muy racional y eficiente en la utilización de recursos”, agregó. Recordó que está previsto alcanzar una historia clínica electrónica nacional a 2018.
En lo que respecta a calidad, explicó que el sistema trabajará para que la seguridad del paciente sea el primer eje que identifique la calidad de la atención y para que los usuarios dispongan de información al respecto. Basso expresó confianza en que se instrumenten comités de seguridad del paciente, planes de acción y un fuerte involucramiento de las organizaciones de usuarios en todos esos procesos. “Cuando se aumenta la cobertura, no se puede perder la lupa en la calidad de la atención”, concluyó.