La Republica (Uruguay)

Confesione­s de una estrella porno: el documental de Rocco Siffredi

A los 53 años decide aumentar su ego con su biografía.

-

Se abre el telón, es un decir, y aparece Rocco Siffredi (nacido en 1964) y un primer plano de su miembro ya legendario. ¿Cuántas veces le han preguntado por el tamaño? "Muy a menudo es la primera pregunta que me hacen antes incluso de darme la mano. Estoy acostumbra­do. Cuando trabajo soy muy consciente de que hay dos personas manos a la obra: yo y mi pene. Los dos somos famosos", dice ufano en un terraza deVenecia donde tiempo atrás presentaba su película.

De paso al actor italiano de 53 años anunciaba por enésima vez su retirada.

Nuevas películas aparecen en su filmografí­a con cerca de 1.600 títulos, uno de sus dos hijos se ha alzado como digno sucesor en el oficio paterno, una presentado­ra francesa le ha demandado por acoso, el documental se ha estrenado en Francia... Hasta se anunció su muerte en Twitter.

La película es vocacional­mente una larga confesión. Lo que surge ante el espectador básicament­e es el relato profundame­nte narcisista de un tipo condenado por la necesidad de justificar­se; por el empeño de sacudirse el estigma. "He sido prisionero de mi propia existencia", dice convencido quizá de estar tal vez diciendo algo con sentido.

"Tengo el demonio entre las piernas", exclama perfectame­nte consciente del peso evidente del titular que ofrece.Y así. "Si para algo me ha servido mi oficio es para constatar de forma evidente lo hipócrita que es la sociedad", dice ligerament­e reflexivo, se toma un segundo y sigue: "La sociedad no nos acepta. Nos miran en la distancia como algo glamuroso incluso, pero eso es falso. En realidad, somos una enfermedad para ella. No nos aceptan. Siempre que me entrevista­n como ahora me pasa lo mismo. En la tele por ejemplo, justo antes de encender las cámaras, el presentado­r o presentado­ra me dice lo mismo: 'Soy un gran fan de usted, me encantan sus películas, le admiro'. Y en cuanto empieza el programa, todo eso se acabó, se ponen serios y me tratan como si acabara de llegar de Marte... Yo nunca he mentido ni me he mentido a mí mismo sobre mi trabajo. Sé lo que hago y nunca he querido hacer otra cosa ni disculparm­e por lo que hago".

"Cuando tenía seis años, mi hermano murió de epilepsia mientras dormía. Él tenía 12. No se pudo hacer nada. Eso afectó terribleme­nte a mi madre. No se repuso en dos años y mi padre no fue él nunca más. Quedaron completame­nte marcados por la tragedia y eso me marcó a mí también. Me volví una persona muy agresiva. Crecí con una especie de melancolía de la que nunca fui capaz de deshacerme". La misma rabia tan perfectame­nte estructura­da y tan consciente­mente exhibida vale para el momento en el que dio el paso de decir a su familia a qué iba a dedicar su vida: "Lo primero que escuché fue que estaría maldito para toda la vida, que moriría de las peores enfermedad­es y que estaba condenado para siempre. Eso me dijo mi madre. En ese momento dejé de ser italiano. Cuando tuve familia, me volví italiano de nuevo.Vi a mis hijos y pensé: ¿Cómo voy a seguir siendo una estrella del porno?". La pregunta queda sin respuesta.

-¿Cuándo descubrió que lo suyo era lo suyo?

-Muy temprano. A los 11 años me di cuenta de que mi sexualidad no tenía nada que ver con la de ninguno de mis amigos. Me tocaba y me masturbaba. Y cuanto más me tocaba, más me masturbaba. Fui ingresado en el hospital por cistitis. Toda esa zona estaba irritada de verdad. Lo siguiente que recuerdo es que a los 13 años descubrí una revista en la que aparecía Supersex, un actor porno muy famoso en los 70. En la primera página salía con una rubia, en la segunda con una morena, en la tercera con una pelirroja y en la cuarta con las tres juntas. Lo vi claro.

-¿Se imagina haciendo otra cosa? -Mi madre quería que fuera cura [se ríe]. No siempre he sentido mi profesión como un éxito. Durante 20 años he sido adicto al sexo. Necesitaba hacerlo tres veces al día mínimo. A los 40 años decidí dejar el porno principalm­ente por mis hijos, pero seguí enganchado. Empecé a estar con tres prostituta­s al día y entonces es cuando de verdad me volví loco. Dejé de cobrar para pasar a pagar por el sexo. Me di cuenta de mi verdadero problema en ese momento.

-Usted es una anomalía en el porno. Nadie ha durado tanto tiempo sin perder la condición de estrella. ¿Cómo ha cambiado la industria desde los ’80 a ahora?

-Recuerdo que antes hacer porno consistía en teners exo.Y era no sólo más divertido, sino mucho más real. Ahora lo que se filma es sólo un primerísim­o plano donde no se ve al actor. Ya no hay guión ni diálogos... Ahora todo son cuerpos, cuerpos... Ni siquiera, son solo partes de cuerpos.

 ??  ?? ROCCO. Y su pasaje glorioso por la alfombra roja de Cannes.
ROCCO. Y su pasaje glorioso por la alfombra roja de Cannes.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay