109 niños muertos en Sierra Leona
La cantidad de víctimas podría aumentar ya que hay 600 desaparecidos.
Un total de 109 niños están entre las casi 400 personas que han muerto a causa del desprendimiento de terreno que se produjo en los últimos días en la localidad de Regent, cercana a Freetown, por las intensas lluvias que han caído sobre Sierra Leona en los últimos días, ha informado ayer el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). La última cifra de víctimas mortales confirmada por las autoridades de Sierra Leona es de casi 400 muertos, aunque han advertido de que el balance podría aumentar drásticamente porque todavía hay 600 personas desaparecidas que se teme que estén sepultadas por el barro, entre ellas varios niños, alerta el organismo internacional.
Unicef está presente en la zona para dar una "respuesta urgente" a las necesidades de los niños y las familias afectadas. La agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se encarga de proporcionar agua potable, saneamiento y suministros como medicinas, lonas y guantes. También está ofreciendo apoyo psicosocial a "las personas traumatizadas por esta catástrofe". En los últimos días, fuertes lluvias —que provocaron derrumbes y ríos de lodo— han afectado gran parte de ese país del occidente de África.
Hasta el momento, la precaria situación, además de las lluvias que aún continúan, dificulta el acceso de los equipos de rescate a las zonas más afectadas."Nunca he visto nada parecido" dijo el coordinador de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja (FICR), Abdul Nasim, que lo describió como "un río de barro que salió de la nada y tragó comunidades enteras". Conmocionado, el presidente del país, Ernest Bai Koroma, pidió "ayuda urgente".
Fuertes deslizamientos de tierra derribaron edificios de varias plantas y al menos 1.000 hogares han sido cubiertos de barro en las zonas más afectadas, como el suburbio costero de Racecourse, en el extremo oriental de la ciudad, así como en Regent y Lumley, donde predominan los asentamientos improvisados. Las líneas de comunicación y la electricidad han quedado interrumpidas en muchos puntos, y el área más afectada es una zona cercana a la capital donde se habían construido numerosas viviendas ilegales.