La apuesta de Besson dos décadas después de “El quinto elemento”
La película se estrena el 31 de agosto en Uruguay.
Veinte años después de El quinto elemento (1997), el francés Luc Besson (El profesional, Lucy) llega con la 'space opera' "Valerian y la ciudad de los mil planetas", que se estrena en Uruguay el 31 de agosto, basada en los cómics "Valerian, agente espaciotemporal" de Pierre Christin y JeanClaude Mézières.
"Descubrí a estos personajes cuando tenía diez años, así que forma parte de mi infancia.Y en aquel tiempo, en los 70, sólo había una cadena de televisión. No había Internet. Así que fue como una puerta abierta al espacio y a los sueños", dice Luc Besson, que hasta lleva una camiseta con Valerian y Laureline. Dane DeHaan (Life) y Cara Delevingne (Escuadrón Suicida) interpretan a estos dos agentes espacio-temporales con una difícil misión: proteger la ciudad de Alpha y a sus 17 millones de habitantes.
Besson sentía vértigo cuando pensaba en adaptar el material, pero todo cambió al ver Avatar (2009) de James Cameron, todavía la película más taquillera de la historia. "Si hubiera hecho Valerian hace diez años, hubiera tenido un aspecto pobre [...] Merecía la pena esperar al aspecto tecnológico. Pero no sólo era eso. También necesitaba sentirme preparado, porque es algo muy, muy grande de hacer", con casi 200 millones de presupuesto, la cinta es el título más caro en haberse producido en Francia y Europa.
El también creador de la saga "Arthur y los Minimoys" no utiliza el cine como referencia para hacer más cine; en su lugar, busca inspiración en cómics, pintura, música, literatura... "Tienes que abrir tus sentidos y no fijarte demasiado en algo que ya haya sido asimilado por otra persona [... ] Cuando eres pintor, te pueden gustar Dalí y Rafael, y aún así querer hacer algo más y ser tú mismo. Creo que Valerian se parece mucho a mí, porque es una locura, es divertida, está llena de alienígenas por todas partes…".
Argumento
Una fuerza misteriosa amenaza la seguridad de una antigua estación espacial humana reconvertida en una estructura donde miles de especies conviven bajo una especie de liderazgo humano. Dos jóvenes agentes,Valerian y Laureline, están entre los encargados de protegerla. En la línea de La guerra de las galaxias, la aventura y la acción se entrelazan con diálogos más o menos cómicos de deseos, discrepancias amorosas y soberanías femeninas. Al fin y al cabo, el cómic original fue concebido en pleno estallido de los feminismos de la segunda ola, y su versión cinematográfica se ha rodado en un momento de cambios posibles en la representación de las mujeres en el cine de acción. En paralelo a los conflictos personales de los protagonistas, Besson y compañía también exploran otro tema tratado en los cómics, el colonialismo, en nuestro presente de autodenominada guerra contra el terrorismo. No se ensayan grandes ejercicios de perspectiva: a pesar de que desfilen decenas y decenas de especies alienígenas ante nuestros ojos, el protagonismo es para los humanos y sus problemas habituales de amor y seguridad. Eso conduce la narración hacia una visión clásica del cine de aventuras: nosotros y los otros.