La Celeste consiguió un triunfazo en Paraguay y selló el pasaje a Rusia
Solo una catástrofe dejará a Uruguay fuera de la clasificación directa al próximo Mundial.
Aunque la matemática se empeñe a decir que la clasificación directa aún no es oficial, es prácticamente imposible que Uruguay quede afuera de Rusia 2018. La Celeste consiguió un triunfo histórico en Paraguay y trepó al segundo puesto de las Eliminatorias a dos fechas del final (falta jugar con Venezuela de visitante y con Bolivia en casa).
Los goles de Federico Valverde y Gustavo Gómez en contra fueron el broche de oro para una fecha que le fue tremendamente favorable al equipo del Maestro Tabárez. Los empates de Argentina y Colombia, así como la derrota de Chile, fueron magníficas noticias para la selección nacional, que puso un pie y medio en el Mundial. Ahora, el punto conseguido en el clásico rioplatense se mira bajo una lupa mucho más positiva.
Tranquilidad celeste
El equipo del Maestro jugó un buen primer tiempo en Asunción. No fue un aluvión sobre el arco “guaraní” ni lució un fútbol de antología, pero no tuvo problemas para controlar a Paraguay y dispuso de un par de ocasiones para ponerse en ventaja.
A diferencia de la postura adoptada en el clásico con Argentina, La Celeste se paró más adelante en la cancha. Intenso en la marca, limitando las salidas del rival, durante la primera parte no sufrió más sobresalto que un centro que terminó en un cabezazo de Romero controlado por Muslera.
Aunque a ambos les costaba quebrar el dispositivo defensivo del rival, lo que limitó considerablemente las opciones de gol durante el primer tramo del partido, el avance del reloj vio como Uruguay empezaba a estar más claro en ofensiva.
La chance más clara se produjo a los 26’ gracias a un genial pase filtrado del debutante Federico Valverde. La asistencia dejó bien parado a Edinson Cavani, quien sacó un remate que se abrió y se perdió cerca del palo.
Merece una mención el buen trabajo del mediocampo de la selección, especialmente del trinomio compuesto por Valverde, Vecino y Nández. Este último estuvo intenso en la marca y le sacó jugo a la banda derecha, el del Inter no dio pelota por perdida y siempre la pasó bien, y el juvenil mostró que es capaz de dar una mano.
Antes que el entretiempo saliera a escena, Uruguay dispuso de un par de aproximaciones más: un tiro de Vecino que se fue a las nubes, una volea de Nández que se fue más alto de lo previsto y un desborde de Suárez que terminó en pase al medio que no encontró dueño.
En contrapartida, Paraguay abusó del pelotazo largo, mostrando una considerable carencia de ideas. El primer tiempo pasó a la historia dejando la sensación de que La Celeste había hecho mejor las cosas.
La historia sin fin
Como asaltado de repente por la certeza de que necesitaba ganar para soñaron con Rusia, Paraguay mostró su mejor cara durante la primera mitad del complemento. Mostrando todos los argumentos colectivos que habían brillado por su ausencia en el capítulo inicial, puso en serios aprietos a Uruguay.
Primero, el“Pelado”Cáceres metió un cierre providencial para impedir que Romero ganara de cabeza. De inmediato, Richard Ortiz ganó por arriba y sacó un remate que terminó con una buena atajada de Muslera.
Prosiguiendo con su lucidez con la pelota, los “guaraníes” siguieron amenazando con quebrar el empate. Un cabezazo de Lucas Barrios detuvo los corazones celestes al irse acariciando el palo.
Cuando peor la pasaba Uruguay, como tantas otras veces, llegó el tanto oriental. Fue de Federico Valverde, que sacó un remate muy lejano que se desvió en Ortiz antes de morir contra el palo para sellar el 1-0.
Todo cambió en tiempo récord.Tras este gol, Paraguay se desmoronó anímicamente, al tiempo que La Celeste multiplicó sus proporciones. A los 80’, el “Pato” Sánchez metió un genial pase para Suárez, que eludió al arquero y sacó un remate que se estrelló en el travesaño y rebotó en un defensa paraguayo antes de meterse en su propio arco.
El descuento de Ángel Romero (antes el equipo de Arce había pegado una pelota en palo) le añadió dramatismo al desenlace, en que Uruguay aguantó como sabe (hay un cierre de Godín que merece aplausos) y terminó festejando.
Rusia nunca estuvo tan cerca.
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