Vivienda no se arregla con cambiar de nombre
No se arregla una ley con cambiarle el nombre, si bien es cierto que era bastante ridículo que la Ley 18.795 se llamara de “vivienda de interés social”. Tampoco se va al fondo del problema tratando de que los topes que se le habían puesto a los precios de las viviendas construidas se cambien. En realidad esta nefasta ley no tiene más que derogarse y de esta forma dejar de dilapidar plata del Estado en las fabulosos ganancias del capital de la industria de la construcción e inmobiliario. La sociedad toda subsidia empresas, bajo el canto de sirena de la inversión privada. Exoneración del ITP (2% sobre el valor de catastro). Exoneración del IVA en los materiales de construc- ción que se utilizan. Exoneración del impuesto al Patrimonio por 10 años. Exoneración del impuesto a la renta de alquileres (IRPF, IRAE). Con todas estas exoneraciones y alguna otra más, de todas formas el valor de las viviendas que construyen va desde 116.000 dólares hasta 160.000 dólares en algunos casos. ¿Es esto una ley de vivienda de interés social? Es momento de poner freno a esta situación, porque se están dilapidando fondos estatales y no precisamente para frenar el déficit habitacional sino para enriquecer a los empresarios. Y debe de hacerlo la bancada de diputados y senadores oficialistas, porque no esperemos que blancos y colorados que hoy en día viven hablando de “corrupción”, lo hagan. Porque no solamente defienden y defendieron siempre los intereses del capital, sino que además se han olvidado de que varios ex directores del Banco Hipotecario bajo su administración fueron procesados por la Justicia, como los casos de Salomón Noachas, Jorge Conde Montes de Oca, Norberto Sanguinetti (todos ellos del Partido Colorado) o Fernando Caride y Néstor Moreira Graña (ambos del Partido Nacional). La amnesia oculta verdades irrefutables. Por lo tanto, esta ley es responsabilidad del Gobierno actual y debe de ser él quien plantee que sea derogada en forma inmediata. Hace unos días en un programa televisivo, tuve que soportar que el contador Conrado Hughes diga que al Banco Hipotecario lo “fundieron los cooperativistas”, increíble, porque nada dice de sus correligionarios que fueron procesados. El tema de la vivienda sin dudas que es un tema esencialmente político y como tal se debe de tratar. Se obtuvo un logro importante con la ley aprobada acerca del subsidio a la permanencia, pero hay que ir a más. No se puede concebir que un cooperativista de vivienda que pone su fuerza de trabajo para satisfacer un derecho como el de la vivienda pague IVA y un empresario de la construcción no.