Paternain:“Política de encierro excluye y no rehabilita”
Según el sociólogo Rafael Paternain, pensar este tema desde la lógica del encierro o del control, lo único que hace es violar las garantías de las personas más vulneradas.
El polémico debate sobre la seguridad volvió a la discusión parlamentaria en las últimas semanas ante la negativa de Casa Grande, el sector liderado por Constanza Moreira, de aprobar el artículo 76 del Código de la Niñez y de la Adolescencia.
Según lo declarado a República Radio, que se emite por lacatorce10, por el senador suplente de Casa Grande, Rafael Paternain, las políticas con respecto a este tema pueden seguir reproduciendo la desigualdad que existe en la sociedad o terminar con ella.
El especialista manifestó que la política criminal represiva reproduce y exacerba la exclusión. Para explicar esta situación, puso el ejemplo de la videovigilancia, que implica la aplicación de cámaras en determinados espacios sociales, ignorando que con ello no se elimina el delito, sino que hay un desplazamiento de la infracción. “Hay un efecto paradójico con este tipo de acción. Yo quiero controlar el delito en determinadas zonas y termino reproduciéndolo en territorios más vulnerables”.
También mencionó que muchas veces las penas están orientadas a sancionar a los sectores más vulnerables, lo que termina teniendo efectos sociales muy devastadores porque excluyen, desvinculan y reproducen las redes ilegales. “Hay toda una serie de medidas y de planteos tradicionales de política pública en torno a la vigilancia, al control, al encierro y a la pena. Con el afán de defender a la sociedad entre comillas o con el deseo de moderar las tasas del delito, terminan teniendo efectos sociales muy inquietantes”.
Crítica al artículo 76 del Código de la Niñez
Paternain sostuvo que la aprobación de este código sin modificar el artículo 76, discrimina y estigmatiza a los adolescentes porque los pone en una condición mucho peor que la que tienen los adultos infractores.
“A partir del primero de noviembre entra en vigor el nuevo Código del Proceso Penal, lo cual es muy bueno porque significa un cambio de reglas: el sistema de justicia será mucho más rápido, eficiente, justo, equitativo y estará a la altura de estos tiempos. Sin embargo, cuando se pretendió adaptar este sistema a la situación de los menores infractores, tuvimos discrepancias. Nuestra reticencia estaba en la prisión preventiva”, agregó.
Según sus palabras, la preocupación de Casa Grande surge ante la incorporación del delito de rapiña en la lista de infracciones graves, lo cual considera que es contradictorio ya que dicha falta es la más frecuente. “Esta disposición consolida la Ley 19.055, que establece que, para los casos de delitos gravísimos cometidos por adolescentes entre 15 y 18 años, regirá la preventiva preceptiva. Entre esos delitos está el homicidio, la violación, el secuestro y las rapiñas. Lo que hace esta iniciativa, en definitiva, es seguir estigmatizando al menor”.