Rojo, azul y blanco es el emblema de nuestros sueños

Extracto del discurso del General Líber Seregni en la explanada de AFE el 5 de febrero de 1996

“¿Recuerdan que cantamos muchas veces, en aquellos momentos difíciles, ´No nos moverán´? Compañeros: nos movieron físicamente, ¡y vaya si nos movieron! ¡Pero no nos movieron de nuestra firme voluntad de seguir en la lucha para siempre!Y eso es el Frente Amplio y ese es nuestro compromiso.

¿Por qué? ¿Cómo es así? Este camino ascendente que hemos cumplido en estos 25 años es porque estamos unidos por un compromiso de programa, por un compromiso de patria, por un compromiso de lucha. Pero estamos unidos también en forma indisoluble por una emoción, por un sentimiento.

Hemos creado a lo largo de estos 25 años, pero fundamentalmente en los primeros años de nuestra dura y gloriosa existencia, lo que hemos llamado nuestra mística frenteamplista, que simbolizamos y reflejamos en aquella primera bandera Artiguista que flameara sobre la Ciudadela de Montevideo.

Ese rojo, azul y blanco que es el emblema de nuestros sueños. ¿Recuerdan que muchas veces se dijo que estábamos tan apegados a nuestra bandera, que nuestras mujeres iban a la sala de parto con la bandera del Frente Amplio porque querían que el primer rebozo de sus críos fuera la bandera de la esperanza y, a partir de ella, nacieran y crecieran?

Así hicimos, compañeros, y así pasamos estas instancias en una historia de 25 años que compendia todo lo que una fuerza política puede transitar. Supimos de encuentros y de desencuentros. Sentimos de dolorosas separaciones, supimos de adhesiones cada vez mayores y de nuevas incorporaciones.

Crecimos, alcanzamos el primer sueño con la conquista del gobierno de Montevideo. Llegamos al escenario político para permanecer.

Alcanzamos el gobierno de Montevideo para quedarnos en él. Y ahora, compañeros, estamos dando los pasos para alcanzar el gobierno nacional”.

Aquello del sacrificio personal, ¿se acuerdan?

Aquello de quitarle tiempo a los afectos para empuñar una bandera, meter unos volantes debajo del brazo y salir a hacer barriada con los compañeros.

Aquellas horas y horas de discusión en el Comité de Base, instancias que dejaban chiquito a cada 25 de agosto, porque 25 de agosto era todos los días.

El respeto por el compañero y la compañera, el intercambio sentido pero fraterno.

La UNIDAD. La unidad como valor inclaudicable.

Todo ello… me lo contaron los más veteranos. Otras las viví en mi corto periplo militante en el Frente Amplio. Otras se van perdiendo.

Por eso es importante recordar y reivindicar aquellas palabras de Seregni que turbaron de ilusión a un pueblo, porque a esta fuerza constructora como decía el General, la unía “la emoción y el sentimiento”.

“Supimos de encuentros y de desencuentros”, dijo Seregni, y sigue vigente porque somos coalición y movimiento. En esa dinámica el disenso es un VALOR, porque UNIDAD no es lo mismo que UNANIMIDAD.

“Sentimos de dolorosas separaciones”, recuerda el fundador y tiene validez, porque en una fuerza que ha crecido sin cesar desde el 71 a la fecha, los desprendimientos son naturales, porque son humanos y hasta viscerales, aunque no los compartamos.

Porque también, al decir de Seregni, “supimos de adhesiones cada vez mayores y de nuevas incorporaciones”. Y eso sigue ocurriendo, porque ser frenteamplista es ser generoso y continente de aquellos compatriotas desilusionados de la tradición.

Porque “estamos unidos por un compromiso de programa, por un compromiso de patria, por un compromiso de lucha”, y eso es lo más importante.

Es la UNIDAD la neurona motora de nuestra existencia política. Es la UNIDAD lo que nos permite gobernar para los más postergados, sin descuidar o dejar de atender al resto de los ciudadanos.

Es la UNIDAD la que nos permite patear sueños juntos y buscarlos… y encontrarlos en la cara de un peón rural que hoy tiene derechos inquebrantables; o encontrarlos en una empleada doméstica que ve hoy cómo su trabajo se respeta y se reconoce como cualquier otro.

Es la UNIDAD, querido lector, la que nos permite ilusionarnos con el porvenir. Porque los temporales pasan y aunque sean bravos, cuando las raíces son fuertes y firmes… NO NOS MOVERÁN, como cantaban los fundadores en los albores de los 70.

Para quienes les interese: hay Frente Amplio para rato, porque el compromiso y la ilusión están intactos.