La frase del Tribunal que dividió las aguas y volteó a Raúl Sendic
Lo que no pudo la famosa denuncia periodística del título universitario; lo que no consiguió la oposición con la Comisión Investigadora de la gestión de Ancap; lo que no lograron las recurrentes investigaciones de prensa, ni las fuertes críticas de algunos dirigentes opositores o del propio Frente Amplio; lo que no consiguió la investigación judicial con cientos de folios acumulados en voluminosos expedientes y decenas de declaraciones testimoniales o indagatorias; lo que no pudieron las redes sociales con una sistemática crítica, a veces merecida y otras estratégicamente programada para el “linchamiento” público. Lo que no pudo todo eso, y nada de eso, lo logró una sola frase del informe del Tribunal de Conducta del Frente Amplio sobre el uso de las tarjetas corporativas.
Creer o reventar. Un escueto escrito de poco más de ocho carillas, con una sola alusión lapidaria que dividió al Frente Amplio y que dice: “Un enriquecimiento indebido de monto poco importante es también una violación de principios que deben considerarse fundamentales”.
Eso bastó para que por primera vez en la historia, el vicepresidente de la República presentara la renuncia y desatara la peor crisis institucional que enfrentara el país en los últimos años.
Una sola frase pudo más que millones de palabras, porque acabó separando las aguas hasta un punto irreconciliable. “Se afectaron los principios y eso amerita una severa sanción”, se escuchó decir en la Torre Ejecutiva y repetir luego a varios sectores del Frente que preparaban fuertes argumentos contra el vicepresidente.
Obviamente no puede atribuirse solo a eso la decisión final de Sendic, pero sin dudas, fue la gota que rebosó la copa, la cereza de la torta para una larga lista de fuertes acusaciones que fueron minando su imagen social y política.
¿Que detrás hubo una estrategia para socavar paso a paso su resistencia? ¿Que la feroz interna del Frente se agarró de esa piola para tirar con fuerza y dejarlo maniatado y sin defensa posible? Todo es factible, pero tampoco pueden ignorarse los errores cometidos por el propio Sendic y su círculo rojo.
Porque no solo hubo falta de pericia para pilotear la tormenta y decisiones equivocadas para esgrimir una defensa, sino también torpezas que costaron muy caro. Es cierto que se lo puso bajo la lupa con total intención y que solo faltaba decir que le debía al quiosquero de la esquina, pero nadie puede negar que cometió errores.
La historia le dirá al Frente Amplio si fue un acierto o un error someterlo deliberadamente a 5 días de escarnio público y dejarlo al borde del abismo. La justicia será la que finalmente resuelva si Raúl Sendic cometió o no, enriquecimiento ilícito. Y la sociedad la que absuelva o condene políticamente al hijo del Bebe Sendic.
Lo que seguramente no pasará, será que el Frente recupere la calma, porque quedaron demasiadas heridas que demorarán mucho tiempo en cicatrizar y porque la oposición está allí para meter el dedo en la llaga. Habrá que seguir navegando en medio de la tormenta, y buscar el camino de la unidad, aunque hoy parece una utopía.