La renuncia arriba de la mesa, siempre
-Eso es mirar para adelante. Es reafirmar los principios éticos en la política que debemos defender todos los frenteamplistas. Sabiendo que no estamos vacunados ninguno de nosotros de cometer errores, pero claramente reafirmando la institucionalidad que respaldamos en el numeral 2, volvemos a poner la ética como una de las claves centrales del frenteamplismo. Y ratificamos además nuestro documento de 2004 con unidad además. La última oración vuelve a llamar a la unidad. Que es muy importante. La unidad exige estos esfuerzos.
-De todos modos, ¿no se corre el riesgo de que la opinión pública mire este episodio desde un ángulo distinto?. Por ejemplo, hay quienes pueden decir que Sendic finalmente no fue sancionado por el Frente Amplio.
-Desde luego que ese riesgo se corre. Pero hay que ubicarse en la situación en que se produce. No se puede pretender agotar todas las instancias en un único momento. Los procesos políticos requieren calma, mesura, lo que decía al principio y de alguna manera reitero, yo mismo como presidente del Frente Amplio, preferí no salir a hacer declaraciones públicas porque creo que necesitábamos espacios de reflexión. No podemos juzgar sobre caliente. Sobre los hechos. Nosotros teníamos un escenario, y ese escenario cambió cualitativamente a las 11 de la mañana. Entonces en esta instancia, yo comparto, lo razonable era, bajemos la pelota. Construyamos rápidamente el consenso que podamos construir y con calma sigamos procesando la resolución. Pero no aventurarse, no hacer juicios ligeros, contextualizar, incluso contextualizar desde el punto de vista humanos. Acá lo que la política no puede perder es la dimensión humana. Me acabo de colgar para mi cumpleaños,
el 19 de mayo, en mi escritorio en la oficina de la sede del Frente Amplio, donde tengo por supuesto el retrato del general, atrás mío, el hombre de Vitrubio de Leonardo da Vinci. Esto es, a escala humana. Ese es el símbolo. No podemos de ninguna manera en la acción política, e incluso en la acción ético-política, perder la dimensión humana de este fenómeno porque ahí perdemos cualquier guía ética. El Frente Amplio sigue apostando a la construcción de consensos.
-Para muchos, el informe del Tribunal de Conducta Política resultó en“durísimo”. A muchos sorprendió la dureza, la contundencia. Se habla de malversación, de enriquecimiento, aspectos que fueron muy cuestionados por la Lista 711. Con esta decisión, ¿en qué quedan todas estas conclusiones?.
-El documento está. En particular, el “literal e”, al que usted se refiere, si uno ve cómo está organizado el dictamen, el Tribunal analiza en primer lugar los dichos de Sendic. Entonces en el “literal e” lo que hace el Tribunal es reproducir lo que Sendic dice en la audiencia en el Tribunal y esgrime en su defensa que no hubo enriquecimiento indebido de su parte. Sendic introduce el término enriquecimiento indebido. Luego, en el numeral 10 el Tribunal analiza, en paralelo además, los distintos argumentos de Sendic. Respecto al “literal e”, a la cuantía del asunto, el Tribunal, ahí, una vez más, estrictamente desde el punto de vista ético, dice que desde el punto de vista ético el argumento no es válido. No hace referencia a normas jurídicas, vuelve a hablar de principios y de principios éticos evidentemente. Sin duda, éste era un punto de discusión pero yo creo que ahí hay una apreciación del Tribunal de Conducta Política. Una valoración de los argumentos vertidos por Sendic. En determinado momento, manejó la posibilidad de renunciar si el Plenario Nacional no respetaba el fallo del Tribunal de Conducta Política. ¿Fue así?. -Lo dije en la conferencia. Cualquier cargo de conducción, es un cargo que siempre está a disposición, permanentemente. Siempre la renuncia, es una variable que hay que tener arriba de la mesa. Uno tiene el deber de dar un paso al costado y de permitir además que se nos pida la renuncia. Yo creo que las renuncias deberían estar firmadas de antemano y sin fecha. Tranquilamente. En el caso concreto, no tiene sentido la cuestión. Un cargo de conducción siempre está sometido al escrutinio y a esta posibilidad. -A ver, yo lo que sí creo y comparto totalmente las palabras de Tabaré Vázquez de que ha habido bulling. Para decirlo en los mismos términos. No tengo dudas, creo que ha habido un ensañamiento como dice Tabaré que es muy preocupante y que no es buena cosa. Por eso mi defensa de la institucionalidad, el vover a los caminos institucionales. los Tribunales populares no son una buena idea, porque juegan al todo y nada. El resolver las cuestiones de justicia, en términos éticos, exige ponderación, razonabilidad, no exposición pública, mediática. Creo que ésta es una de las enseñanzas que deberíamos reafirmar a partir de este episodio.