“Los jóvenes son una apuesta al presente, no solo al futuro”
Sus metas son la consolidación institucional, potenciar una agenda pública de juventudes y priorizar a los jóvenes en conflicto con la ley.
Desde hace exactamente 48 días, que el Lic. Federico Barreto es el nuevo director del Instituto Nacional de la Juventud (INJU), lo que significó que tras asumir esta responsabilidad se transformó en el director más joven en la actualidad del gobierno.
Este joven de 28 años, que tiene Tarjeta Joven, recibió a LA REPÚBLICA en su despacho para contarnos sus ideas y mostrarnos un poco cómo es, que piensa, y qué relevancia busca darle a los jóvenes en su gestión.
Un joven poniendo en marcha políticas sociales para jóvenes.
-¿Cómo, cuándo y quién te ofreció el cargo de director del INJU?
-En julio de este año Marina Arismendi me ofreció el cargo y me agarró totalmente desprevenido porque estaba lejos de imaginarme esto, ya que me encontraba abocado al 110% al Sistema de Cuidados, y si bien con la temática de la juventud he tenido militancia social, no era el lugar dentro del Mides que fuera previsible. Dudé, lo pensé bastante, lo hablé con mi novia, con Julio Bango, con Santiago Soto (exdirector del INJU). Él fue quien me dijo que no el cambio era porque le habían ofrecido un puesto en la OPP (actualmente es el subdirector de la OPP). Después de hacer todo eso dije si, porque no es una decisión a la ligera, y después de estar hace más de un mes en la dirección no me he defraudado de haber aceptado, si bien la tarea es muy compleja.
“La idea es tener una mayor presencia de la temática de las juventudes en la agenda pública”.
-¿Sos un director con tarjeta Joven? ¿La usás?
-Sí, y más hoy con las nuevas funciones que tiene. No es tanto por los beneficios comerciales, sino que está muy asociada a la agenda de derechos, a notificar de nuestras actividades. Es una aplicación más que nada que usamos desde el INJU para informar.
-¿Cuáles son los temas, dentro de las políticas sociales de juventud que ya tiene el país marcadas, en la que te gustaría hacer hincapié?
-No creo en la marca del director, porque las políticas no tienen firma. Se trata de que a través de un trabajo colectivo, en base al Plan Nacional de Juventudes 20152025 y a la planificación estratégica para el quinquenio 2015-2020, he armado un plan de gestión que pasa por el fortalecimiento institucional del INJU, un gran desafío con la integración de Jóvenes en Red al Instituto y ese reacomodo del Mides. El desafío es poder tener una estrategia territorial y comunicacional consolidada. Ahí tenemos el Centro de Información a la Juventud, el programa Impulsa en todo el país.
Otro aspecto es tener una mayor presencia de la temática de las juventudes en la agenda pública. Es que el tema juventudes suele estar asociado a los ‘ni-ni’, a la violencia, a la inseguridad. La última vez que se discutió juventudes en forma sostenida fue previa al plebiscito del No a la baja. Esas no son las discusiones que queremos dar, sino las de ampliación de derechos, de oportunidades laborales, de reconocimientos, activación de la oferta educativa. Por poner un ejemplo, está funcionando un Consejo Nacional de Juventudes que tiene representación de todos los departamentos. Hay muchas cosas para poner en valor, pero el desafío es como comunicarlas mejor.
Y por último es el tema de conflicto con la ley. La idea es que el INJU potencia las líneas de trabajo que ya tiene y en la medida de las posibilidades ampliarlas. También reconocer el valor de las organizaciones sociales que hacen cosas en esta temática desde hace décadas.
-¿Y el trabajo?
-Es un cuarto tema que es generar más oportunidades laborales para los jóvenes, y las condiciones luego que entran. No es darle cualquier trabajo, sino que sea digno.
Los índices de desempleo para los jóvenes es mucho mayor que para el resto, y en especial si son mujeres, o con alguna discapacidad o de una etnia, o si viven en determinado barrio, etc.
Los jóvenes son una apuesta al presente, no sólo al futuro, como se ve en otros países. Este es un desafío demográfico, porque cada vez está más envejecida nuestra sociedad.
Tenemos que cuidar el rol de los jóvenes en nuestra sociedad, en todos los aspectos.
Es un lindo desafío el trabajar con jóvenes, pero también complicado.
-¿Qué ideas tenés para tu futro profesional?
-No me he planteado nada aún luego del 2020. No asocio mi futuro a ningún cargo. Mi anhelo es seguir contribuyendo a lograr un Uruguay con más oportunidades, que se proyecte a futuro. Soy obsesionado en mirar las cosas en perspectiva.
Como lo que hago hoy condiciona al Uruguay del 2050. Por eso soy un tipo de izquierda. Creo que el Frente Amplio tiene un proyecto de país que trabaja en el presente, pero que también sabe hacia donde debemos avanzar. Tiene un modelo de sociedad distinto al actual, el que supere la desigualdad social, de género, de clases, económicas y territoriales, y nos ponga a pensarnos a nosotros mismos de otra forma. Creo que los jóvenes somos protagonistas de ese tipo de lucha. Me veo en esa misma trinchera, en esa misa lucha. Me gusta muchos recibir nuevas oportunidades, nuevos desafíos. Además hay que seguir formándose toda la vida. No veo el futuro con temor, sino con mucho optimismo.