Militar retirado reconoce que realizaron espionaje por “costumbre” en democracia
La comisión investigadora encontró datos relevantes. Infiltración militar se hacía “por costumbre”.
El lunes pasado la comisión investigadora, que trata sobre “posibles actos de inteligencia de Estado, violatorios de la normativa legal y constitucional, llevados a cabo por personal policial o militar desde 1985 a la fecha”, encontró información de relevancia. En la oportunidad, exmilitares reconocieron que existió espionaje durante la democracia y que el mismo se realizaba“por costumbre”, en contraste con lo afirmado por algunos exministros, quienes han negado la existencia de dicha acción.
“Días pasados comparecieron tres directores ante la Comisión. Uno de ellos reconoció que existieron las labores de inteligencia militar sobre partidos políticos y organizaciones sociales en democracia. Incluso, aseguró que se trataba de la recolección de información abierta pero no negó, cuando se le preguntó si tenía conocimiento de una posible recolección encubierta, por medio de escuchas, infiltraciones o seguimientos, que no existiera”, declaró el diputado frenteamplista Gerardo Núñez a República Radio, que se emite por lacatorce10.
La Comisión se realizó el lunes pasado y en ella estuvieron presentes los contralmirantes retirados Óscar Otero y Carlos Magliocca. También participó el brigadier general retirado José Mario Hirigoyen. Sin embargo, Núñez no quiso brindar el nombre del ex militar.“Por un criterio de trabajo de la Comisión no mencionamos lo que cada compareciente ha dicho en la misma. Hablamos de los contenidos generales y por ello comunicamos lo medular de lo declarado”.
Cabe mencionar que la Comisión fue creada a partir de dos archivos base: Berruti y Castiglioni. En ella se ha promovido la comparecencia de varios ex ministros del Interior y de Defensa. También se ha citado a militares que ocuparon cargos en la jerarquía de información e inteligencia desde 1985 hasta la actualidad.
Según palabras de Nuñez, el exmilitar en cuestión afirmó que la recolección encubierta podría haber sucedido por medio de otros servicios de inteligencia, como la Policía u otras agencias internacionales que operaban en el país.
Reiteró que a partir de la declaración del militar, hay una confirmación clara de las actividades que se hacían. “Utilizó una palabra muy fuerte para describir los hechos pasados: dijo que se hacía por costumbre. Es decir, que como se hacía antes, se siguió efectuando y en ningún momento se cuestionaron las prácticas del pasado. Además, afirmar que se hacía por costumbre es una forma de naturalizar una práctica que violenta la Constitución y las leyes. Esta idea está fundamentada en la idea de que los partidos de izquierda y las organizaciones sociales son un factor de riesgo para la inteligencia militar”, agregó el representante.
En opinión de Núñez, esta práctica se amparaba en la gran cantidad de años de impunidad que tuvo Uruguay, “en los cuales se hacía lo que se quería, sin mecanismos de control y sin rendir cuenta a los mandos superiores desde el punto de vista político”.
Asimismo, declaró que a pesar de la negativa de algunos exdirectores para participar de la comisión, la investigación no ha podido ser frenada. Incluso mencionó que la semana anterior, en la Cámara de Diputados, se votó, por una unanimidad, la declaración en la que se señalaba la inconveniencia de que algunos ex directores de inteligencia militar no hayan compadecido frente a la Comisión Investigadora.
“Hay que señalar que casi todos los que han participado pertenecen a la Armada. El resto del ejército no ha querido participar. Cabe mencionar que con esto no estoy involucrando a las actuales responsabilidades militares, sino que me estoy refiriendo a quienes cumplieron labores de dirección entre 1985 y 1999”.
Una acción deliberada
“Por lo que se conoce hasta el momento, evidentemente este espionaje se desarrolló de manera sostenida en el tiempo, sistematizada y planificada. No creemos que haya sido meramente un ejercicio automatizado, sino que respondió a directrices de carácter operativo de la inteligencia militar. Esta información tenía una finalidad; no se destinan tantos recursos solo para tener un archivo guardado, sin utilizar”, declaró Núñez.
Según sus palabras, la Comisión apuesta a la colaboración de todos los militares actuales y retirados con el objetivo de llegar a la verdad.“Estamos convencidos de que la inmensa mayoría de quienes hoy integran las fuerzas armadas, seguramente no están de acuerdo con este tipo de prácticas y que tienen convicciones profundamente democráticas. Quiero dejar bien en claro esto, porque no hay un dedo acusatorio a todas las fuerzas armadas, sino que lo que estamos tratando de revelar son aquellos que se apartaron de la norma, de la práctica democrática y que dañaron los derechos y libertades de los uruguayos”.
Acciones a futuro
Según palabras de Núñez, distintos legisladores del Frente Amplio valoraron la posibilidad de que expresidentes puedan participar de la Comisión, con la finalidad de conocer si existieron órdenes por parte del Poder Ejecutivo. Sin embargo, mencionó que los que participaron de la investigación hasta el momento, manifestaron que no habían dado órdenes al respecto ni tenían conocimiento de estas actividades.
“Sería importante que todos aquellos que estuvieron desempeñando la presidencia pudieran declarar sin ningún margen de especulación o acusación. Lo que queremos es conocer”. Afirmó que el trabajo de la investigadora
ha sido analizar el período que va desde 1985 a la actualidad, pero resaltó que el foco de atención ha sido hasta el 2003, ya que el archivo Berruti da cuenta de la inteligencia militar en democracia hasta esa fecha.“Es importante mencionar este corte temporal. Luego del 2003, no tenemos elementos ni para afirmar que se haya continuado con esas labores ni para negarlas de manera rotunda”.
Por otro lado, afirmó que en los próximos días se invitará a los jefes de los departamentos dependientes de lo que era la DGID y la Dinacie. También dijo que se ha solicitado asesoramiento al Ministerio de Relaciones Exteriores acerca de la participación de la embajadora Kelly Keiderling en la Comisión investigadora, con el objetivo de evacuar algunas dudas que se presentaron en el archivo Berruti.“En dicho documento figura de manera clara y contundente un involucramiento de la CIA en tareas de investigación e infiltración. Concretamente se le pagaba a 37 informantes, que estaban en el Ministerio del Interior y en el de Relaciones Exteriores para que hicieran estas tares. Es por esta razón que nos gustaría conocer por qué se desarrollaron esas labores y si se siguen llevando adelante por parte de esta agencia”.
Por último, mencionó que los diputados del Frente Amplio tienen una fuerte convicción de que esta embajadora podrá participar de la Comisión. “No consideramos que con esta invitación estemos generando un impedimento para el buen relacionamiento entre los países. Pero las cosas tienen que ser claras. Como se ha invitado tantas veces a legisladores uruguayos, por parte de la embajada de Estados Unidos, a reflexionar sobre distintos temas del país, esta vez hay parlamentarios que están pensando en invitar a una embajadora a que venga a Uruguay para reflexionar sobre este asunto”.
“Esta infiltración tenía una finalidad; no se destinan tantos recursos solo para tener un archivo guardado, sin utilizar”.
“Luego del 2003, no tenemos elementos ni para afirmar que se haya continuado con el espionaje ni para negarlo de manera rotunda”.