Latigazos “porque el patrón es el que manda”
Indignación y repudio social por un peón atacado a latigazos por el capataz de una estancia. El hecho ocurrió en el establecimiento Flor de Ceibo, ubicado en la localidad de Estación Itapebí, en Salto. Le fracturó una costilla por reclamar el exceso de ho
“Uruguay se volvió a enfrentar con una parte de la realidad que duele como pocas. Esa que algunos, muchos, quieren ocultar”.
El caso de un peón rural atacado a latigazos por el capataz de una estancia, generó un fuerte escándalo y reacción social, por la brutalidad con que fue tratado el trabajador que reclamó el pago de horas extras. La ira del encargado del establecimiento no se detuvo ante las heridas que el “rebenque” provocó en la espalda del obrero y continuó con la golpiza hasta fracturarle una costilla.
El hecho ocurrió en la estancia Flor de Ceibo, ubicada en la localidad de Estación Itapebí, Salto. La víctima del brutal ataque es el trabajador rural Hugo Antonio Leites Iglesia, quien reclamó el pago por 14 horas de trabajo y fue agredido por el capataz y amenazado por el propietario del lugar, según consta en la denuncia realizada ante la justicia.
La Seccional 7ª tomó intervención y dio participación a la justicia que ordenó la indagatoria del denunciado de apellido Rodríguez, quien admitió los hechos pero aseguró que las agresiones fueron mutuas.
La brutalidad del hecho generó fuerte impacto en las redes sociales al tomar estado público la fotografía de la espalda del peón en la que quedaron las huellas de los latigazos recibidos. La esposa de Leites subió la imagen y señaló que se había denunciado la agresión ante la Justicia y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, que tomaron participación de inmediato.
También la Unión Nacional de Asalariados, Trabajadores Rurales y Afines (Unatra), emitió un comunicado en el que repudia las “prácticas medievales de subexplotación” a la que fue sometido el peón en pleno año 2017.
El sindicato pidió la urgente participación del PIT-CNT para coordinar medidas de rechazo absoluto a estos hechos.
Aseguraron que Leites hacía nueve meses que estaba trabajando en esa estancia, y ya había reclamado al capataz que se les exigía trabajar muchas horas más que las 8 para la que habían sido contratados, por lo que al reiterar su planteo desató la brutalidad del capataz.
De la Edad Media
Desde la central de trabajadores se expresó toda la indignación y estupor ante“las imágenes propias de la Edad Media que indignar a todo país”. “Una patria digna no debe permitir que esto pase”, afirmó Óscar Andrade.
Desde Unatra se infomó que si bien el ataque se produjo el 18 de setiembre, el trabajador recién fue al médico el 23 porque no podía más del dolor en las costillas rotas y desde ese momento comenzó a ser amenazado para que retire la denuncia.
“Esclavitud a fuerza de armas porque el patrón es el que manda”, tituló el PIT-CNT un artículo en su sitio web y recalca que “Uruguay se volvió a enfrentar con una parte de la realidad que duele como pocas”.
“Esa que algunos, muchos, quieren ocultar. La espalda del trabajador con las marcas del rebenque del patrón que azotó una y otra vez, por la osadía del peón Hugo Antonio Leites Iglesia de reclamar respeto por las condiciones laborales, fue una dura demostración que en la actualidad, aún con la legislación aprobada y los avances conquistados, existe una lógica de explotación de seres humanos impuesta a fuerza de golpes, amenazas, violencia, armas blancas, y armas de fuego”.