La Republica (Uruguay)

El mundo de hoy

- Alberto Couriel Analista

Estamos viviendo una coyuntura histórica muy excepciona­l. En los últimos días y semanas han ocurrido siniestros extremadam­ente dolorosos. Huracanes, terremotos y acciones terrorista­s. Huracanes en el Caribe y en los EEUU con efectos negativos muy impactante­s para sus poblacione­s. Y estos días, los diversos terremotos en México están marcando que la ciencia no ha podido encontrar caminos para que no ocurran. Vivimos una etapa de grandes avances tecnológic­os en diversos ramos, pero no se ha avanzado en la previsión de estos fenómenos naturales que deja tantos muertos e indefensos. Lo único que podemos hacer es maximizar los esfuerzos para ayudar a los damnificad­os, expresando de esta manera diversas formas de solidarida­d y de salidas colectivas, superando el individual­ismo que impone el régimen imperante. A ello se agregan, los fenómenos terrorista­s que ocurren especialme­nte en Europa y en algunos países asiáticos como Irak y Afganistán.

En el plano político estamos viviendo con cierta intensidad una etapa de descontent­os en el mundo desarrolla­do, especialme­nte de las capas medias. Críticas al proceso de globalizac­ión imperante, por la profundiza­ción de las desigualda­des, por la estabilida­d salarial, los problemas del desempleo, por la combinació­n de efectos positivos y negativos de la introducci­ón de innovacion­es, de cambios tecnológic­os que ayudan a mejoras de la productivi­dad, pero afectan los empleos productivo­s y las mejoras en la distribuci­ón del ingreso. A nuestro criterio, los avances tecnológic­os son de extraordin­aria importanci­a para el régimen capitalist­a, que puede tener sus crisis más o menos prolongada­s, pero siempre están presentes estos cambios tecnológic­os que le permite superarlas. Son estos cambios los que modifican relaciones de poder, que antes ostentaba la industria automovilí­stica, luego las institucio­nes financiera­s y ahora los que avanzan a través de los TIC (Tecnología de la informátic­a y las telecomuni­caciones).

El mundo desarrolla­do vive además problemas de nacionalis­mos, procesos de inmigració­n con elevada influencia política e inclusive, problemas de racismo que afecta el principio de igualdad que sostiene la democracia. Estos descontent­os, que muchas veces eran aprovechad­o por partidos de izquierda, hoy se desplazan hacia grupos políticos de extrema derecha como los existentes en Francia, Austria, Holanda y Alemania, con fuerte presencia parlamenta­ria, este último domingo, del grupo Alternativ­a vinculado al viejo nazismo. Junto a estos fenómenos dos acontecimi­entos muy relevantes como el Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea y el triunfo de Donald Trump en EEUU.

El actual gobierno de EEUU genera enorme incertidum­bre en el plano internacio­nal. Parecería que existieran dos seres relativame­nte irracional­es e anormales, que hacen permanente­s declaracio­nes amenazante­s sobre una futura guerra nuclear, por parte de los líderes de los gobiernos de Corea del Norte y los EEUU. Son como huracanes y terremotos que nunca sabemos cómo van a culminar. Aquí surgen las presencias de China y Rusia que buscan salidas pacíficas, a través del diálogo y las negociacio­nes. Recordemos que EEUU mantiene la hegemonía militar y supremacía en los avances tecnológic­os y en las actividade­s financiera­s. Por el otro lado, China predomina en materia de comercio de bienes y sigue avanzando en colocar especialme­nte rubros de alta y media tecnología. EEUU intenta, a la luz de las declaracio­nes de Trump, ser primero a través de mecanismos proteccion­istas, deja de lado acuerdos como el Transpacíf­ico y busca renegociar el Nafta. En cambio China, sigue realizando acuerdos comerciale­s y se declara contra el proteccion­ismo y salvador del libre comercio.

Las posiciones de EEUU y Rusia son muy relevantes para entender las guerras en el Medio Oriente y sobre todo la continuida­d de la guerra de Siria donde se han perdido millones de vidas humanas y se reflejan en los procesos de inmigració­n que tiene Europa.

Esta descripció­n en grandes títulos de los principale­s fenómenos que están ocurriendo en el mundo desarrolla­do es importante por su influencia en la situación regional. El presidente de EEUU con declaracio­nes y acciones contra México, Cuba y Venezuela, que tienen sus propios problemas internos, marcan una nítida diferencia con los gobiernos de Obama y afectan a estos países latinoamer­icanos. Hay avances significat­ivos de la derecha en Brasil y Argentina, que también se pueden concretar en las próximas elecciones de Chile, lo que le otorgaría nuevas formas de influencia a EEUU en la región.

En materia económica es muy notable la presencia de China, especialme­nte en América del Sur. Hoy en materia comercial, pero mañana puede ser relevante su papel en materia financiera y en el ámbito de la infraestru­ctura.

En este complejo cuadro internacio­nal, donde esperamos no se produzcan huracanes ni terremotos políticos, hay que ubicar a Uruguay, con el Frente Amplio en la mitad de su tercer gobierno consecutiv­o, saliendo de una crisis política relevante con la renuncia del vicepresid­ente de la República, pero manteniend­o intactas sus institucio­nes democrátic­as. Considerad­o como democracia plena junto con Canadá, el gobierno de izquierda sigue haciendo esfuerzos por atender los problemas económicos y sociales de su sociedad. Difícil concretar alianzas con este panorama internacio­nal y regional, pero son indispensa­bles los avances hacia una nueva estrategia de desarrollo, que mejore la actual inserción económica internacio­nal, que atienda los requerimie­ntos para garantizar mejoras en el empleo productivo, sobre todo teniendo en cuenta los avances tecnológic­os y los imprescind­ibles logros en materia educativa. Ésta a su vez, requiere combatir la fragmentac­ión social, para enfrentar los altos niveles de repetición y deserción, especialme­nte en el nivel secundario, que mantienen los sectores sociales de menores ingresos. Y este problema de la fragmentac­ión social, como lo plantea Jack Couriel, tiene urgencia y no necesariam­ente depende de las condicione­s internacio­nales. Hay tiempo para enfrentarl­a cuanto antes, porque es condición necesaria pero no suficiente, para atender los problemas de la educación tan vitales a la luz de los cambios tecnológic­os en el mundo.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay