110 mil quedan en tierra
La aerolínea británica Monarch, especializada en destinos de sol y playa, se declaró ayer en quiebra, anulando unas 300.000 reservas y dejando a 110.000 pasajeros en el extranjero.
Es la aerolínea británica más importante en cesar pagos hasta la fecha, precisó la Autoridad de la Aviación Civil británica (CAA), que organizará, a petición del Gobierno británico, el regreso al país de los pasajeros en el extranjero, en España, Francia, Grecia, Turquía o Israel.
Las autoridades van a despachar 30 aparatos a 30 aeropuertos para enfrentar esta situación inédita, mientras que todas las otras reservas propuestas por Monarch, vuelos y estadías, fueron anuladas. En total, 410.000 clientes se vieron afectados: los 300.000 que tenían que viajar más adelante más los 110.000 que ya lo habían hecho, precisó la CAA.
Se trata de la “mayor repatriación en tiempos de paz”emprendida por Londres, dijo en un comunicado el ministro de Transportes, Chris Grayling.
“Es una situación tremendamente angustiante para los turistas británicos que están en el extranjero y mi primera prioridad es traerlos al Reino Unido”, dijo Grayling. “Por ello ordené inmediatamente la mayor repatriación emprendida en tiempos de paz por el país”, añadió el ministro, aludiendo al regreso de los 110.000 turistas. “Es una respuesta sin precedentes a una situación sin precedentes”, insistió.
El sindicato Unite criticó al Gobierno por no haber concedido un crédito que hubiera permitido seguir operando a Monarch, que transportó a 900.000 pasajeros en 2016.
“Los empleados de Monarch trabajaron leal e incansablemente, con grandes sacrificios, para tratar de invertir la situación de la aerolínea el año pasado”, dijo Oliver Richardson, de Unite.
Fundada en 1968, Monarch era una aerolínea muy popular entre los veraneantes británicos por sus destinos de sol y playa en el sur de Europa, un área de negocios en la que aparecieron poderosos competidores en las últimas décadas, como Ryanair, Easyjet o Norwegian.
Entrevistado antes en la emisora de radio BBC 5, el ministro Grayling estimó que la aerolínea “fue víctima de una guerra de precios en el Mediterráneo”. Grayling dijo que había mantenido contactos con dirigentes del sector para que contraten lo antes posible al personal de la aerolínea, unos 2.100 trabajadores.