Clasificarse al Mundial, una cuestión de Estado en Perú
El entusiasmo de los hinchas de la selección peruana por las oportunidades de clasificar al Mundial, insospechado hace un puñado de meses, no tiene límites. No por nada una frase se ha hecho recurrente en los integrantes del plantel rojiblanco: "Ante la Argentina será el partido de nuestras vidas". En Lima, el cruce del próximo jueves cobró las dimensiones de una "cuestión de Estado". Bajo un hermetismo absoluto y descartando la posibilidad de arribar a Buenos Aires con varios días de antelación, se cumple una semana desde que Gareca dispuso el comienzo de los trabajos.
En los entrenamientos en la Villa Deportiva Nacional poco se pudo ver y se extremaron las medidas de seguridad debido a los rumores sobre un posible espionaje argentino. A lo largo de todas estas jornadas se observaron agentes de seguridad con binoculares en los techos de las viviendas linderas al predio, para evitar que desconocidos tomen apuntes de los trabajos de Gareca.
En Perú, el cuerpo técnico había barajado la alternativa de viajar algunos días antes a la Argentina para que se vayan habituando al ambiente. Con el correr de los días, el clima de tensión que vive la Argentina por la incertidumbre acerca de la clasificación echó por tierra el plan original. Así, optaron por la tranquilidad de Lima y arribarán a Buenos Aires recién el miércoles.
Es tal la importancia de lo que se avecina para un país que no disputa un Mundial desde 1982 que durante el fin de semana los equipos locales con futbolistas en la selección postergaron sus encuentros.Y solicitaron a Flamengo que Paolo Guerrero y Miguel Trauco no disputen el encuentro ante Ponte Preta. Así, tuvieron a dos piezas clave a las órdenes de Gareca desde el último sábado. El sueño mundialista de Perú conoce de esfuerzos y un trabajo previo inusitado.