Amenazas de S&P
La agencia de calificación de solvencia Standard&Poor's amenaza con degradar el rating de Cataluña a B, lo que supone hundirlo más en el bono basura y colocarlo al nivel de países como Ruanda o Camerún. En un comunicado oficial, S&P anuncia que coloca la actual calificación de la deuda de la Generalitat, situada en B+, en "perspectiva negativa" y que puede bajarla uno o dos escalones si persiste la actual "confrontación política" en los próximos tres meses. Su decisión cierra aún más la posibilidad de financiación internacional de la Generalitat.
S&P argumenta que "la confrontación política del Gobierno catalán con el Gobierno central de España ha aumentado tras el referéndum del 1º de octubre sobre la independencia de la región. Vemos riesgo de que esta escalada pueda afectar a la coordinación y la comunicación entre los dos gobiernos, que es esencial para que Cataluña pueda cumplir sus obligaciones de deuda en tiempo y forma". Los analistas de S&P se felicitan de que el Ministerio de Hacienda haya vuelto a prestar dinero a la Generalitat a través del Fondo de Liquidez Autonómica, pero anuncian una degradación "si creemos que las tensiones políticas entre el Gobierno de Cataluña y el central de España ponen en cuestión la refinanciación de los instrumentos de deuda a corto plazo de Cataluña o socavan la eficacia del apoyo financiero estatal".