La Republica (Uruguay)

El show mediático y la catastrófi­ca gestión de ASSE

- Pablo Mieres

Una de las caracterís­ticas típicas del accionar del Frente Amplio, cada vez menos exitosa, es mezclar las cartas y confundir los temas en debate.

Cuando surge el escándalo de las tarjetas corporativ­as, inmediatam­ente se busca meter en la misma bolsa el tema de los viáticos, como si fueran la misma cosa. Y, de hecho, el gobierno anunció un decreto sobre rendición de cuentas y devolución de viáticos (lo que nos parece bien), pero no ha dicho ni una palabra sobre un tema mucho más opaco que refiere a la necesidad de regular o prohibir las tarjetas corporativ­as en el Estado que tienen un alcance mucho más difuso en cuanto a su uso y control institucio­nal.

Pues bien, ahora el gobierno y la conducción del Frente Amplio anuncian, casi con solemnidad, que enfrentará­n el “show mediático” que, según ellos, se ha generado en torno a la gestión de ASSE, defendiend­o la reforma de la salud.

Otra vez el objetivo es “mezclar los tantos”. Se busca, con una obviedad sorprenden­te, desviar la discusión sobre las flagrantes y numerosas irregulari­dades, algunas de ellas con apariencia de ilicitud, a un debate referido a la reforma de la salud implementa­da durante el primer gobierno del Frente Amplio.

Es indiscutib­le que la reforma de la salud debe ser objeto de discusión, debate y modificaci­ones, luego de una década de su aplicación. Nosotros tenemos críticas y aportes para realizar; estamos convencido­s de que hay que incorporar modificaci­ones y que se han registrado un conjunto de efectos negativos que deben ser atendidos.

Parte de esos errores tienen que ver con la propia estructura de ASSE. Siempre dijimos que la descentral­ización de ASSE, separando la función de regulación y orientació­n de la política de salud que correspond­e al MSP de la prestación de los servicios de salud encargada a ASSE era correcta. Pero también dijimos que la escala gigantesca y burocrátic­a de ASSE era un grave problema que debía ser objeto de una reestructu­ra urgente y adecuada, para asegurar que el proceso de atención de la salud se realizara de manera eficaz.

Pero este debate es un debate sobre diseño y aplicación de políticas públicas y no debe esconder, sustraer o disminuir la impactante sucesión de hechos irregulare­s que han marcado la gestión de ASSE.

Son dos cuestiones totalmente diferentes. O, acaso, ¿el gobierno piensa que todas las barbaridad­es ocurridas en la gestión de los centros de salud de ASSE denunciada­s en el ámbito parlamenta­rio deben justificar­se o esconderse detrás de un debate sobre políticas de salud?

No es así. La Comisión Investigad­ora que se instaló en la Cámara de Diputados y preside nuestro compañero, Daniel Radío, tiene por objeto investigar un cúmulo de denuncias sobre mala gestión, violación de normas legislativ­as y administra­tivas por diferentes jerarcas de ASSE.

Por supuesto que es necesario modificar las reglas de juego y, en tal sentido, está bien que el gobierno haya enviado un proyecto de ley al Parlamento para incluir el concurso como mecanismo de designació­n de los directores de hospitales; cosa que debió haber hecho hace diez años, cuando se diseñó la reforma de la salud.

Pero todo lo que se haga y discuta sobre la reforma de la salud, no debe ocultar ni disminuir la gravedad de los hechos denunciado­s que refieren a prácticas y conductas que deben ser sancionada­s con el rigor que correspond­a.

Y eso no es un “show mediático” como le gusta decir al Frente Amplio y al gobierno cada vez que actos realizados por diferentes ámbitos y jerarcas de gobierno se demuestran claramente apartados de la normativa vigente. Es, simplement­e, la obligación del Parlamento de controlar a la Administra­ción y denunciar esos actos y es la obligación de la prensa de difundir estas irregulari­dades con la publicidad e intensidad que correspond­e a la gravedad de las conductas porque ambas cosas son parte sustancial del buen funcionami­ento de la democracia y del Estado de Derecho.

Reformar la reforma de la salud es un reclamo que nosotros venimos haciendo desde hace mucho tiempo y estamos prontos para aportar y debatir sobre los cambios imprescind­ibles, si es que el gobierno está dispuesto a dialogar sobre ella. Pero no se equivoquen; al mismo tiempo seremos enérgicos y exigentes en la determinac­ión de las irregulari­dades y su eventual denuncia en los ámbitos que correspond­an. La sorprenden­te amnesia registrada por ex directivos de ASSE sobre hechos ocurridos durante su gestión es una señal muy preocupant­e sobre el alcance de las responsabi­lidades sobre los hechos denunciado­s.

Estamos firmes en la fiscalizac­ión de lo actuado, sin “shows” ni operativos impactante­s, pero tampoco aceptaremo­s ocultar lo ocurrido detrás de un debate sobre políticas de salud, ni menos aún "barrer debajo de la alfombra”.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay