Sorini: “Mi vocación es lo que me mueve cada día”
La película se estrenó este jueves y es el debut cinematográfico de Carolina “Pampita” Ardohain.
L a última vez que Juan Sorini visitó Uruguay fue en 2015 cuando en un alto en las grabaciones de la novela Viudas e Hijos del Rock & Roll decidió pasar unos días en Montevideo.“En esa oportunidad vine solo y me dediqué a recorrer y comer en lugares típicos”, rememora en diálogo con LA REPÚBLICA.
Ese papel de “Tony” en aquella novela de Sebastián Ortega fue el puntapié inicial que hizo popular a este actor oriundo de Rosarino (Santa Fé) que desembarcó en Buenos Aires para quedarse y ser hoy uno de los nuevas figuras de la ficción en el Río de la Plata.“Viví esa etapa con mucha felicidad fue todo muy llevadero, mi personaje fue creciendo de a poco y el público quiso mucho a ese personaje, ahora a la distancia veo esa etapa de mi carrera con mucha alegría y nostalgia”.
Juan Sorini jugó al rugby, trabajó como modelo y hoy está dedicado de lleno a su única pasión: la actuación, ese motor que lo lleva a despertarse cada día con la ilusión de un nuevo desafío, y que lo sorprende ahora protagonizando “Desearás al hombre de tu hermana”, una comedia erótica donde comparte cartel con la modelo Carolina “Pampita” Ardohain.
Sorini no reniega de ser un“galán”, entiende el juego y sonríe cada vez que le preguntan si se siente incómodo con esa categorización.“Soy actor y si ahora soy galán ok, disfruto de eso y actúo de galán, es parte de esto”.
Gran desafío
Juan en este filme dirigido por Diego Kaplan tuvo el desafío de sumarse a una propuesta arriesgada donde se exacerba el absurdo y lo erótico con altas dosis de humor, una combinación pocas veces explorada en el Río de la Plata pero que el actor y elenco supieron sortear satisfactoriamente.“Fue un desafío grande, las primeras críticas son las que te sirven de ejercicio para tranquilizarte, saber que están y que hay que convivir con ellas”, reflexiona el actor con tono pausado.“Este filme es un género melodramático culebrón con mucha comedia, no es costumbrista, es una historia que incomoda todo el tiempo al espectador por los temas que toca y yo leí mi personaje y decidí protegerlo desde un nivel interpretativo”.
El personaje de Sorini en la película tiene muchas escenas de contenido erótico con Ofelia, el personaje interpretado por Carolina “Pampita” Ardohain. La confianza entre ambos actores fue fundamental para lograr escenas creíbles y eso Juan lo valora especialmente y destaca la amistad que lo une a la modelo y a su familia. “Empezamos a ensayar las escenas en diciembre, y a generar la confianza que se iba a requerir en el rodaje. Caro y su familia son geniales, ella me abrió las puertas de su casa y me presentó para que todos conocieran con quien trabajaría en esta película y esa confianza fue fundamental”.
Sorini estaba tranquilo trabajando con Pampita. “Es como una hermana mayor, la conozco mucho y la veo y ya nos entendemos es muy generosa y eso en este ambiente es súper valorable.
Ella tiene su carácter”, bromeó rememorando algunas anécdotas durante el rodaje. “Caro puede llegar cuatro horas tarde y mientras la esperás decís: la mato, y llega sonríe y se disculpa y la verdad que le perdonás todo, ella tiene un ángel muy especial, es muy buena compañera y generosa. Caro puso mucho de su sensibilidad en pos de esta película. Construimos algo de contención y confianza que fue fundamental”.
Del rugbier al actor
Juan jugó 18 años al rugby en Rosario pero ahora a la distancia reconoce que siempre tuvo latente la vocación de actor.“A la distancia me doy cuenta que cuando me expresaba haciendo payasadas no eran tan así, estaba actuando, había algo en mí que pedía escena, pero esto lo pude ver a la distancia”. El click del rugby a la actuación en la vida de Sorini fue abrupto “un día dejé todo, me puse a estudiar actuación y me vine a Buenos Aires”.
Ser pertinaz e ir hacia adelante son algunos de los valores que mantiene de su etapa de rugbier. “Igual, yo siempre fui así de pertinaz, pensándolo bien creo que no se lo saqué al rugby, también era muy disciplinado en mis cosas. En algunos momentos siento que soy incansable porque me mueve el deseo de lograr mis sueños, mi vocación es lo que me mueve cada día. Creo que no hay nada más lindo que encontrar la vocación, sino la vida no tiene sentido.
El otro día leí que la vocación es encontrar una verdad que sea verdadera para uno y por la cual uno viva y muera. Creo que la vocación es lo único que te vigoriza y te motoriza, si encontrás eso tenés ganado bastante, por lo menos para levantarte a la mañana y decir: tengo esto que me motiva”.