Monos con fiebre amarilla
La muerte de monos por fiebre amarilla despierta preocupación en San Pablo y en el área metropolitana de la ciudad más poblada de Brasil, llevando a miles de personas a los centros de salud para ser vacunados.
Desde el sábado, casi 30 unidades están administrando las vacunas. Largas filas son visibles a las puertas de esos centros, que sólo ayer atendieron a más de 60.000 personas, informó la secretaría municipal de Salud. La administración del estado de São Paulo afirma que cuenta con un millón y medio de dosis disponibles, cantidad que puede ser aumentada.
“En esta primera fase estamos con la expectativa de vacunar a 500.000 personas y en la segunda fase de aumentar a un millón”, afirmó María Ligia Nerger, coordinadora de inmunización de la secretaría municipal de São Paulo. La aparición de un mono muerto en un parque del norte de la ciudad reforzó el martes los temores. El primer caso se había registrado el 9 de octubre, pero debido a la espera del diagnóstico el recinto sólo fue cerrado al público el sábado 21. Otro parque, al noroeste de la capital, fue cerrado el martes. Además, otros dos monos fueron encontrados muertos en un condominio de Mairiporá, también en el
Gran São Paulo, pero por causas aún no determinadas. Los monos son sólo “huéspedes”del virus, que luego se transmite a las personas a partir de la picadura de mosquitos silvestres (Haemagogus y Sabethes), por lo que las comunidades aledañas a estos parques han reforzado la cautela.“Me preocupé mucho por el hallazgo. No sabemos mucho de lo que está pasando en realidad, se habla de un mono hasta ahora, pero ¿será solamente uno?”, dijo a la
AFP Wania Luz Amaral, de 52 años, en la fila de un centro de salud donde aguardaba a ser vacunada. La fiebre amarilla genera temperaturas altas, escalofríos, cansancio, dolor de cabeza y muscular, y suele estar acompañada de náuseas y vómitos. Los casos agudos son raros y derivan en insuficiencia renal y hepática, ictericia (ojos y piel amarillentos) y hemorragias.