No es la ley deseada, pero es un avance
No por público y notorio a esta altura, deja de merecer algún párrafo en esta publicación especializada la aprobación de la nueva Ley de participación política o ley de cuotas.
Luego de su sanción en el Senado, el pasado 18 de octubre la Cámara de Diputados aprobó por 76 votos en 85 modificaciones a la Ley 18.476 de 2009, la principal de las cuales es la consagración de la vigencia de la cuotificación sin límite de tiempo.
La generalidad de los medios informó oportunamente la novedad, pero no siempre en forma correcta. Algunos pretendieron encontrar diferencias entre ambas leyes respecto a la interpretación de la cuota en referencia a la participación femenina, cuando en ambos casos los textos hablan de la inclusión de personas de ambos sexos en cada terna de listas o nóminas de candidatos, titulares y suplentes, en toda la extensión de las mismas.
El error podría estar fundado en la mala lectura de la ley anterior – lo que seguramente no sucedió por mero descuido- que llevó a afirmar que en cada terna debería haber una mujer y dos hombres. En todo caso, sería al menos una, ya que tanto la ley 18.476 como la recientemente aprobada habilitan indistintamente ternas integradas por dos mujeres y un hombre, o por dos hombres y una mujer.
Otra modificación que incorpora el nuevo texto legal refiere a la adecuación a la nueva institucionalidad, por lo cual declara de ``interés la participación equitativa de personas de ambos sexos en la integración del Poder Legislativo, de las Intendencias, de las Juntas Departamentales, de los Municipios, de las Juntas Electorales y en los órganos de dirección de los partidos políticos``, lo que rige también para las elecciones de segundo grado a efectos de integrar los respectivos órganos de dirección partidarios.
La aprobada no es la ley deseada. En el horizonte feminista, la paridad es la meta. No obstante, se considera que es un avance en la lucha por la equidad en la representación de hombres y mujeres, por la cual vienen luchando varias generaciones de estas últimas.
Por eso la Red de Mujeres Políticas difundió un comunicado en el que ``Celebra dicha aprobación y la circunstancia de que se haya superado por amplio margen la mayoría especial requerida en ambas Cámaras``.También ``destaca y valora el compromiso expresado en dicha ley con la promoción de la participación equitativa de personas de ambos sexos``.
Lamenta, en cambio, que no se hayan aprobado los mecanismos legales propuestos para impedir fraudes, y ``exhorta a los partidos políticos a aplicar (la nueva ley) con absoluto respeto a su letra y espíritu´´.
Por último, ``reitera su compromiso con el objetivo de la representación paritaria de varones y mujeres en los cargos de poder político, en la línea del proyecto de ley elaborado por la Bancada Bicameral Femenina y la Norma Marco aprobada por el Parlatin, y como principio de justicia que reconozca la igual contribución de varones y mujeres al desarrollo nacional``.
Respecto de la cuotificación de cargos electivos, las opiniones siguen divididas, como se puso en evidencia una vez más en la discusión parlamentaria del último proyecto aprobado, que contó con los votos del Frente Amplio, del Partido Colorado y del Partido Independiente. El Partido Nacional votó dividido: la mayoría de los integrantes de Alianza Nacional se opuso a la iniciativa, los del sectorTodos la acompañaron. El único representante del Partido de la Gente votó negativamente.
El diputado Pablo Abdala aclaró que no está en contra de la participación política femenina, lo que no acepta es que se cuotifique. Por su parte, su par Jorge Gandini propuso que haya cuota pero solo para cargos de designación, como ministros, subsecretarios, altos funcionarios de entes.
Las resistencias a la cuotificación no solamente se dan entre varones. La diputada nacionalista Elizabeth Arrieta manifestó que ``No nos gustan las cuotas, y mucho menos que nos regalen nada``, mientras que su correligionaria Gloria Rodríguez se pronunció por la positiva: ``Las desigualdades de género son claras y las debemos combatir entre otras herramientas con acciones afirmativas``.
Desde el Frente Amplio, Cecilia Bottino, integrante del Movimiento de Participación Popular, resaltó que la ley de cuota ``No es para conceder, sino reconocer los derechos que tienen las mujeres a lograr una participación equitativa. Las desiguales relaciones de poder inciden también en el sistema político``.